La mañana del martes 27 de junio, la congresista Patricia Donayre se convirtió en la segunda baja de Fuerza Popular (FP), siguiendo así los pasos tempraneros de Yeni Vilcatoma, quien se alejó del fujimorismo el 16 de setiembre del año pasado.
Junto a Roberto Vieira, expulsado de Peruanos por el Kambio (PpK) el 14 de noviembre de 2016, Donayre y Vilcatoma forman el grupo de congresistas sin bancada. ¿Es muy distinta su eficacia legislativa respecto al promedio que expone la bancada por la que fueron elegidos?
Independencia ganada
“A partir de ahora, recobro mi independencia para seguir trabajando por el país y hacer realidad los proyectos de ley que han quedado encarpetados en la bancada, como el proyecto de la bicameralidad, el proyecto de la Amazonía sostenible, que duermen el sueño de los justos en el Pleno”, dijo Donayre al abandonar FP.
Según los cambios insertados al reglamento del Congreso por la llamada ley antitránsfuga, los congresistas que renuncian a sus bancadas mantienen sus derechos de presentación de propuestas legislativas y participación en comisiones de trabajo, aunque no pueden conformar o unirse a otra bancada.
Al igual que sus colegas integrantes de bancadas, requieren cinco firmas de legisladores para presentar proyectos de ley, que tendrán que ser tomados del grupo parlamentario que dejaron o de aquellos congresistas con los que los une alguna cercanía.
Así puestas las cosas, el trabajo parece más pesado fuera que dentro de una bancada. Lo que antes padecieron Vilcatoma y Vieira, la pérdida de su peso relativo, será experimentado ahora por Donayre.
Pesos perdidos
Cuando se pasa revista al trabajo parlamentario, puede notarse una eficacia de los miembros de una bancada frente a aquellos que no lo son. Considerando la cantidad de dictámenes que cada congresista logra respecto a los proyectos que presentó, se observan diferencias importantes. Los dictámenes reflejan las decisiones que toma la comisión sobre determinado proyecto de ley, en sentido positivo o negativo.
Hasta el 1 de junio, la eficacia de Vilcatoma es menor que el promedio de la agrupación que dejó. La bancada de Fuerza Popular logró que el 20.5% de sus proyectos obtuviera algún dictamen, mientras que Vilcatoma consiguió que el 14.3% de sus proyectos (1 de 7) tuviera tal destino.
La situación de Vieira es aún peor, ya que ninguno de sus seis proyectos logró dictamen. Es decir, cero eficacia. La bancada de PpK, en cambio, logró que el 15.9% de los proyectos que presentó alcanzara un dictamen.
Los aires de Donayre
A pesar de sus notorios votos singulares, Donayre había tenido una eficacia mayor (37.5% o 3 dictámenes de 8 proyectos de ley) en comparación con el promedio de su bancada (20.5% o 134 dictámenes de 653 proyectos de ley). Donayre casi duplica dichos niveles de eficiencia.
Lo que toca observar ahora es el desempeño que tendrá Donayre como “independiente”. ¿Mantendrá la influencia que tenía en la bancada? ¿Se asemejará al rendimiento de Vilcatoma o al de Vieira?
La legislatura que se inicia en unas semanas, con mesa directiva y comisiones renovadas, podrá responder estas interrogantes. Además, indicará qué aires tendrá Donayre.
Cifras
- 653 proyectos de ley había presentado FP hasta el 1 de junio. 134 lograron dictamen.
- 21 de los 132 proyectos de ley presentados por PpK lograron dictamen.
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