No tenía piedad ni de su misma gente. Según reveló el testigo identificado con la clave 201-201, el cabecilla senderista Florindo Flores, ‘Artemio’, ordenó el aniquilamiento de dos de sus camaradas al acusarlos de ‘soplones’.
El colaborador eficaz, a quien se le distorsionó la voz y ocultó su rostro para evitar represalias de Sendero Luminoso, declaró también que el terrorista cobraba cupos a los empresarios madereros.
Corroboró, asimismo, que el procesado contaba con cultivos de hoja de coca y pozas de maceración en la zona del Alto Huallaga.
Luego, los vocales interrogaron al testigo clave 201-204, quien señaló que fue engañado por un grupo de terroristas para enrolarse a las filas de Sendero. Justificó su permanencia al denunciar que él y su familia fueron amenazados de muerte.
Dichos testigos brindaron su declaración en la Base Naval del Callao, en donde ‘Artemio’ es procesado.
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