El escritor y periodista Álvaro Vargas Llosa aseguró que en el gobierno de Ollanta Humala “hay podredumbre”, al comentar el reciente escándalo por el irregular resguardo policial a Óscar López Meneses y calificó de “obscena” la respuesta del mandatario a este caso.
El hijo del Nobel de Literatura marcó así distancia de su propio padre, Mario Vargas Llosa, quien hace poco calificó de ‘impecable’ la gestión de Humala.
“La idea era que este era un gobierno distinto, de métodos diferentes, que su conducta le devolvía a la clase política la confianza perdida, y lo que yo he percibido es trampa, mentira, criollada, algo que delataba culpabilidad. Si te conduces de esa manera lo que transmites es la idea de que eres culpable”, sostuvo.
En ese sentido, criticó que como defensa el Gobierno haya intentado echarle la culpa al régimen que encabezó Alberto Fujimori en los 90.
“Empezaron tratando de desacreditar a Cecilia Valenzuela (…) luego empezaron a culpar al pasado, el expediente más cobarde al que puede recurrise en una situación así. La dictadura que cayó hace 13 años la conocemos todos, están presos, este incidente se produce bajo este Gobierno y con estas autoridades”, remarcó en entrevista con Buenos Días Perú.
EL FACTOR NADINE
En otro momento, Vargas Llosa indicó que si bien en un principio la primera dama Nadine Heredia fue el “principal activo” del Gobierno, ella terminó “mareándose” con el poder y absorbiendo funciones que no le correspondían, lo que le quitó brillo al gabinete de ministros. Situación, señaló, que ahora afecta también al actual primer ministro César Villanueva.
“¿El actual premier, avalado por una gestión importante, por qué no entendió esto y negoció con el presidente un gabinete en el que podría ser visto como líder? Perdió esa oportunidad y da la impresión de un hombre que no ejerce, no existe ni manda. Probablemente en las reuniones técnicas cumple un magnífico rol, pero en la sociedad, ante un país que perdió la confianza en su presidente, no lo está ejerciendo. El problema es ese, construyeron un modus operandi alrededor de la primera dama y de algunos consejeros y los ministros dejaron de tener rol de liderazgo político y eso se ha empezado a notar”, agregó.
AUTOCRÍTICA
Finalmente, el ensayista hizo a una crítica a las personas que, como él, apoyaron al entonces candidato nacionalista en las elecciones del 2011.
“Soy autocrítico y crítico de quienes en la segunda vuelta nos la jugamos por Humala. No ejercemos la vigilancia, lavamos nuestra conciencia simplemente remitiéndonos a los años 90 y estamos logrando acentuar la burbuja en la que está el gobierno aislándose del país, como lo muestran todas las encuestas”, dijo.
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