En su afán para no quedar como un maltratador de mujeres, el expresidente Alberto Fujimori aseguró, vía Twitter, que no gritó a la enfermera de la Clínica Centenario que impidió el ingreso de los congresistas de Fuerza Popular, sino que alzó la voz para que lo escuche el personal del Instituto Nacional Penitenciario (INPE).
No reclamé a jefa de enfermeras,sino en voz alta para que escuche la persona del INPE que conversaba por telf con el encargado de la clínica
— Alberto Fujimori (@albertofujimori) October 24, 2013
Además, señaló que el establecimiento médico no fue el que prohibió el ingreso de sus familiares sino el INPE, por ello, aseguró, fue que reclamó la presencia de su último hijo, el legislador Kenji Fujimori.
La clínica NO dispuso prohibición de visita de familiares. En mi situación era importante la compañía de Kenji. No imaginé trampa #InpeVideo
— Alberto Fujimori (@albertofujimori) October 24, 2013
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