Manolo Rojas,Cómico
AUTOR: GONZALO PAJARES
gpajares@peru21.com
Manolo Rojas es un imitador de muchos personajes: Pepe Ludmir, el Hermano Pablo, Lucho Izusqui, Tito Navarro, Raúl Vargas, Güido Lombardi figuran en su repertorio. Y también canta: Lucho Barrios, el ‘Zambo’ Cavero, Iván Cruz, ‘Pedrito’ Otiniano y hasta Lucía de la Cruz figuran en su lista. Hoy está en Los Chistosos (RPP) y en El especial del humor (Frecuencia Latina).
¿El humor te viene de la calle o de la familia?
De familia. Tengo un tío que es artista, cantante, trapecista; mi mamá canta y baila, es bien divertida, fue pachanguera, no en vano tiene 13 hijos (risas); mi viejo, por su lado, era igual (ríe).
¿Eres pachanguero?
También, pero solo tengo dos hijos (ríe).
Tienes fama de travieso…
Claro. Pero no tengo hijos fuera del matrimonio y he sido siempre responsable con ellos. ¿He sido fiel? Fiel a la bandera, fiel a mi patria (risas). He tenido varios traspiés, pero no digo nombres porque soy un caballero. Por eso, quienes han tenido alguna relación conmigo me tienen cariño, respeto, amistad; nadie me odia ni me maldice.
¿Cómo conquistas a las mujeres?
Mira, en La casa de Magaly me eligieron como la ‘persona más agradable para vivir’. Y reacciono mal cuando tengo el azúcar arriba, pues soy diabético. Lo digo en serio, cuando estás con el azúcar arriba puedes contestar cualquier estupidez. Normalmente soy amable, divertido, un buen compañero. Mi especialidad es la comida; si quieres un buen lugar para comer, búscame; yo conocí los buenos huariques antes que Gastón.
Vienes de Huaral. ¿Es el mejor lugar del mundo?
Por supuesto (ríe). Es la sucursal del cielo. Aunque los huaralinos seamos ‘diablos’, el pueblo no se mancha (ríe). Recordemos que Huaral tiene grandes personalidades: Alberto Rossel, ‘Coqui’ Hirano, Eusebio Acasuzo, Daniel Ruiz, Fernando Rocco, ‘Pedrito’ Ruiz y otros, no solo deportistas, también hay profesionales destacados.
¿Te consideras una de las personalidades de Huaral?
Hace poco fui nombrado ‘Hijo Ilustre’ de Huaral. Y quise ser su alcalde, por eso, antes no era convocado por ninguna autoridad ni contratado como artista porque era visto como un contrincante político.
¿Por qué te quieres meter en la política?
Yo me llamo Víctor Manuel; mi viejo, Edmundo Raúl. Mi abuelo nos inculcó el aprismo, nos hizo saber quién fue Víctor Raúl. He sido dirigente de la JAP (Juventud Aprista Peruana).
¿Hay apristas buenos?
(Ríe). Claro, pero no los colocan en cargos directivos, los mandar a pintar, a pegar afiches. Conozco gente buena, noble y que trabaja sin esperar ningún beneficio. Por ejemplo, yo fui personero del partido en el 85, pero nunca pedí un cargo, seguí con mi arte, ganándome la vida muchas veces en la calle.
Y en Los Chistosos ¿te gana tu corazoncito y no criticas al Apra?
(Ríe). Nosotros le damos de alma, pero a veces, cuando hay que defender algo, lo hago. Por ejemplo, a Jorge del Castillo le daba duro. En RPP tenemos amplia libertad, no nos dicen con quién no meternos… excepto con Monseñor Cipriani (ríe).
En Los Chistosos reemplazaste a Fernando Armas, gran cómico…
Sí, pero, recuerda, yo no soy un principiante. Yo hacía Lo bueno, lo malo y lo feo de la jornada, junto con Rubén Sánchez, en Radio Moderna. Luego estuve en Los magníficos de la noticia, que fue número 1, y Los Chistosos aún no existía. Es más, cuando Armas no estaba haciendo nada lo llevé a Los magníficos de la noticia. Es más, el tío Rossini crea Los Chistosos a partir de _Los magníficos_… esto hay que decirlo.
Trabajaste en _Risas y salsa_…
Y me botaron dos veces. Había una argollita. Pero a la tercera fue la vencida. Ah, y también fui de los primeros que convocaron para Risas de América, es más, yo le puse el nombre. Los Crousillat me dijeron que le pusiese mi nombre, pero en márketing hay que competir de igual a igual, por eso le puse Risas de América.
¿Qué tal te llevas con Jorge Benavides?
Muy bien. Es uno de nuestros referentes, lo admiro. Me encanta su calidad. Nunca pensé conocerlo, ser su amigo, trabajar con él. Y no es verdad que mi sketch favorito sea el de ‘Los meones’, allí la ‘Carlota’ (Carlos Vílchez) está más feliz, porque todos quieren quedarse con el ‘Negro mama’ (risas).
Ponme una chapa…
(Ríe, piensa). Uy, no quiero ofenderte. Pero, bueno, como nos parecemos, te pondré las chapas que me han puesto a mí: ‘Ton Cruz’, una mezcla de Tongo con Iván Cruz (risas). ‘Mimosa’, porque nos sangran y nos botan (risas).
AUTOFICHA
- Tengo 49 años. Empecé de payaso de circo. Tenía 14 años. En Chincha fui ambulante, pero como vi que unos amigos cómicos ambulantes ganaban más, cambié de oficio.
- Mi escuela es la calle. Para trabajar en la plaza San Martín había que ser un monstruo. Me decían ‘Tamalazo’. No, no ‘Tan malazo’ (ríe).
- Trabajé con el ‘Ronco’ Gámez, quien me pagaba con víveres y hasta le levaba el carro. Lo quiero mucho. Estuve en Risas y salsa y le puse el nombre a Risas de América.
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