Carlos Basombrío,Opina.21
cbasombrio@peru21.com
A mi modo de ver, estamos ante una seria derrota política del presidente Ollanta Humala. Le dijo al país que Conga iba. Puso su palabra y su autoridad sobre la mesa. Perdió dos gabinetes en el camino y al final no lo pudo lograr.
Lo convirtió en un pulseo personal con un presidente regional que no ocultó, en ningún momento, que usaba Conga para construir, en torno suyo, una propuesta electoral de la izquierda radical.
Santos lo derrotó en toda la línea. Voltear la página no va a ser tan sencillo, como cree el premier. Hay preocupación por la inseguridad jurídica entre los grandes inversionistas.
A la vez, quienes se oponen a las industrias extractivas han conseguido una importante victoria política y buscarán replicarla.
¿Pierde Newmont? No me queda tan claro. En los últimos meses ha habido un cambio importante en la capacidad de invertir de las grandes empresas mineras en el mundo y están revisando sus decisiones.
Conga se habría vuelto un problema para Newmont, al ser una inversión de alto riesgo en un contexto internacional de precios a la baja y costos en alza. Que los obliguen a parar no les venía mal. Irán a lugares con menos incertidumbres. A la larga, Santos les fue muy útil.
Pero Cajamarca pierde. Si se reclamaba, con justa razón, que con minería se mejoraba poco, sin esta la cosa va a ir peor.
Yanacocha entra en una fase de cierre y no habrá nuevos proyectos en varios años. Las implicancias laborales y comerciales se empezarán a sentir pronto. Más allá de Conga, el Perú está poniendo cada vez más en riesgo la posibilidad de usar la renta de la minería y los hidrocarburos para desarrollarse.
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