‘Tunche’ condenado a 24 años de prisión

Tito Ochoa Valer, más conocido como ‘El Tunche del Manu’, fue sentenciado ayer a 24 años de prisión y al pago de una reparación civil de 100 mil soles por el delito de homicidio calificado con gran crueldad. Ello por el asesinato de su expareja Flor Magdalena Cruz Hermosa (25), quien en enero de 2011 fue encontrada brutalmente golpeada, desfigurada y enterrada con el cráneo destrozado en una chacra de La Joya.

El fiscal encargado de la investigación, Eufrasio Ticona Zela, solicitó 35 años de prisión para el asesino, pero los jueces colegiados René Castro Figueroa y Fredy Apaza Noblega redujeron la condena porque el sentenciado reconoció su delito al confesar que asesinó a Flor Cruz Hermosa estrangulándola. Además, el sujeto no tenía antecedentes penales.

Ochoa Valer fue capturado en Madre de Dios el pasado 15 de julio de 2012 y actualmente se encuentra recluido en el Penal de Varones de Socabaya, donde cumplirá su condena.

Félix Cruz, tío de Flor Cruz, manifestó que no están de acuerdo con la condena porque esperaban 35 años de prisión. Por otra parte, insistió en pedir el apoyo del Centro de Medicina Legal y de la Escuela de Antropología de la Universidad San Agustín para hallar el cadáver de su sobrina, que fue sepultado en una fosa común sin el registro respectivo.

OTROS PROCESOS
Ochoa Valer tiene pendiente otro proceso penal por el asesinato de Nélida Canahuire Quispe (19), quien también fue encontrada muerta, desfigurada y con el cráneo destrozado, el 27 de febrero de 2012, en la comunidad de Itawani, en Madre de Dios.

Asimismo, se le acusa del crimen de María Elena Ninantay Rivera (26), quien fue hallada en esa misma región, el 3 de octubre de 2009, igualmente desfigurada, estrangulada y con el 80% del cuerpo quemado. Ambos casos son vistos en la Fiscalía de Madre de Dios.

TENGA EN CUENTA

- Todas las víctimas de ‘El Tunche’ tienen en común que mantuvieron una relación sentimental con el criminal y que este las mató a golpes y las desfiguró.

- Para ocultar las muertes de sus parejas, el sujeto se comunicaba con las familias de estas haciéndose pasar por sus víctimas.