Guillermo Giacosa,Opina.21
ggiacosa@peru21.com
El Medio Oriente sigue siendo víctima de una manipulación mediática alucinante. Hoy, el tema es destruir las armas químicas de Siria, como si estas fueran las únicas que pueden causar perjuicios. Debemos recordar que EE.UU. y Rusia aún no terminan de destruir sus propios arsenales de armas químicas (quedan aún entre 30 mil y 40 mil toneladas). ¿Por qué? Porque hacerlo demanda tiempo y muchísima inversión. Darle un año a Siria para que lo haga, con una guerra interna que sus mismos demandantes alimentan, es una fantasía.
La infraestructura necesaria para la destrucción cuesta cientos de millones de dólares. ¿Proveerá la comunidad internacional ese dinero para tranquilizar a la adolescente furiosa? ¿O será un pretexto para acusarla de incumplimiento y, así, poder bombardearla con un nuevo argumento? Cualquier interpretación es posible en un planeta donde el 1% de la población mundial decide por el resto y siempre en defensa de los privilegios que disfruta. The Guardian dice: “La farsa de Kerry y las piruetas de Obama son temporales. El acuerdo de paz ruso sobre armas químicas será tratado al cabo del tiempo con el desprecio que los militaristas reservan para la diplomacia. Con Al Qaeda figurando ahora entre sus aliados y con los golpistas armados por EE.UU. instalados en El Cairo, EE.UU. pretende aplastar a los Estados independientes de Oriente Próximo: primero Siria, luego Irán”.
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