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Opinión

Las universidades públicas argentinas cuentan con cinco señales audiovisuales y hay 10 más que saldrán en 2014. Existe la Red Nacional Audiovisual Universitaria que se ocupa, desde 2003, de configurar un entramado audiovisual de las casas de estudios y que, gracias a la nueva Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual, logrará impulsar el trabajo de las universidades para producir contenidos conjuntos y otorgar nuevas herramientas para el desarrollo de emisoras.

Guillermo Giacosa,Opina.21
ggiacosa@peru21.com

A través de convenios, ya hay 43 universidades públicas que están trabajando en el desarrollo de nuevas señales televisivas. Cada canal está disponible en la Televisión Digital Abierta y en la programación de todos los operadores de cable que quieren tomar su señal. Además, elaboran contenidos digitales para que puedan ser visualizados a través de Internet. No es difícil imaginar que esta diversificación que la nueva ley posibilita no solo es una fuente de trabajo, sino también una espléndida oportunidad para explorar contenidos que contribuyan a mejorar el nivel crítico de los ciudadanos y un paso adelante para comprender la diversidad cultural que todo país representa. Existe ya un Consejo Interuniversitario Nacional que circula los productos de cada universidad en el conjunto de ellas y que, a su vez, puede hacer convenios con canales locales. La aparición de los canales universitarios promete generar cambios en el escenario mediático, locales al principio, nacionales más tarde y regionales, así lo espero, en el mediano plazo. Solo la ceguera o los intereses creados pueden ver en esta ley una amenaza a la libertad de expresión. Todo lo contrario: fomenta una pluralidad raigalmente democrática que no es, precisamente, hacia donde apunta la prensa adocenada del sistema.


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