ROMA (Reuters).– La decisión del papa Benedicto XVI de residir en el Vaticano tras dejar su pontificado –el próximo 28 de febrero– le permitirá tener protección legal frente a cualquier intento de acusarlo por los casos de abusos sexuales del clero.
“Su continua presencia en el Vaticano es necesaria. De lo contrario, podría quedar indefenso. No tendría su inmunidad, sus prerrogativas, su seguridad, si estuviera en otra parte”, dijo un funcionario del Vaticano hablando bajo condición de anonimato.
Asimismo, la prensa italiana informó que la Policía del Vaticano cuidará al saliente Papa con el objetivo de garantizarle su privacidad.
En tanto, el pontífice aprobó la designación del alemán Ernst von Freyber como nuevo presidente del Banco Vaticano, el controvertido órgano de la Santa Sede que ha sido acusado de irregularidades, entre ellas delitos de lavado de dinero por hasta 23 millones de euros.
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