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Opinión

Señor premier, su nombramiento ha sido recibido con satisfacción plural. Es visto como un hombre de izquierda moderada abierto a la inversión y con experiencia de gestión en su región. Tiene usted una importante oportunidad. Por eso, llama la atención que usted vea las cosas sin premura, que sienta que tiene un tiempo de gracia amplio antes de ser atrapado por los remolinos de la política.

Carlos Basombrío,Opina.21
cbasombrio@peru21.com

Es un grave error haber entrado al gabinete sin poner su estilo, nombrando al menos a algunos ministros en un gabinete a todas luces exhausto.

Perdone que se lo diga, pero el argumento de que se va a tomar su tiempo para evaluar es muy ingenuo. El tiempo político del que dispone para iniciar cambios importantes es muy corto.

Está bien que diga que sus prioridades son la seguridad y la educación pero, seamos francos, eso no es ninguna novedad. Lo mismo decía el premier anterior. En lo que usted tendría que marcar la diferencia sería en poner en práctica medidas concretas que vayan al fondo de esos problemas.

Usted nos anuncia que va a dialogar con todos, que la política no es guerra, que las responsabilidades son de todos, etc. etc. Todo eso es verdad, pero igual lo decía su predecesor. El asunto es: ¿Y el Gobierno qué? ¿Cuáles son las propuestas, las iniciativas y las reformas con las que el Gobierno dialoga con los partidos e interactúa con la sociedad?

Usted tiene que llegar a la presentación del (¿nuevo?) gabinete ante el Congreso con más que frases bien armadas. Si no, su gestión está condenada. Jiménez no era una mala persona. Simplemente no daba la talla para ser ministro, menos primer ministro. Ojo: más allá de algunas frases desafortunadas, él también hacia discursos “políticamente correctos”.

No debiera acomodarse usted a la lógica actual del poder, en el que su margen de maniobra es mínimo.

Si se resigna a ello por el oropel del fajín, perderá la oportunidad de ser un buen primer ministro y terminará pronto extrañando a San Martín.


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