SAO PAULO (Reuters).– La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, negó con firmeza que tuviera planes de cambiar su gabinete, luego de que el país fuera remecido por protestas.
Tras calificar los rumores de cambios como “especulaciones sin fundamento”, la mandataria reiteró que hay un plan –desarrollado por gobernadores y alcaldes– para atender los reclamos de los brasileños expresados en las últimas dos semanas.
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