Autor: Ricardo Monzón Kcomt.
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De concretarse la aparente disminución en las tensiones entre el premier Pedro Cateriano y la oposición congresal, se ayudaría a la gobernabilidad del país, asegura Víctor Andrés Ponce. Cree que el flamante primer ministro tendrá un mejor desempeño que Ana Jara.
Respecto al nuevo premier, parece que hay una reconciliación con la oposición.
El nombramiento de Pedro Cateriano, en el contexto en que fue censurada Ana Jara, fue polémico, porque, si uno considera su trayectoria en el Ministerio de Defensa, era confrontacional. Lo que pasa es que, luego del nombramiento, los actores que han estado en este enfrentamiento, el Ejecutivo y el Parlamento, han empezado a reflexionar, porque se podría desatar una crisis de gobernabilidad en el Perú… Luego del enfrentamiento se abre un camino de tregua.
Incluso el congresista Mulder dijo que tiene puntos coincidentes con el premier.
Y Alan García acaba de decir que no va a tener ningún problema en hablar con Cateriano. Todo eso genera un clima de distensión en el país. Yo no sé si el presidente Humala pensaba, cuando designó a Cateriano, que esto iba a pasar, pero felizmente está pasando. Esto es absolutamente positivo.
¿Cree que le llegarán a dar el voto de investidura?
Tal como van las cosas, creo que sí. Precisamente es como si el jefe del gabinete estuviera desarrollando todas las acciones necesarias para derrotar cualquier resistencia el día de la votación. Mira, el Apra y el fujimorismo han dicho que van a conversar. Esto es una gran cosa. El solo hecho de decir “yo voy a ir a conversar” es una gran noticia. La verbalización de una actitud democrática es importante.
¿Cómo podría ser el desenvolvimiento de Cateriano en la PCM? ¿Mejor que el de Ana Jara?
Yo diría que sí, porque, después de la censura del Congreso al gabinete Jara, aquel espacio para manejar el gobierno por parte de la mal llamada pareja presidencial –me refiero a las denuncias permanentes de intromisión de Nadine Heredia en los gabinetes– ha sido sancionado de alguna manera. En ese contexto, el nombramiento del señor Cateriano le ha reducido el margen de maniobra a la pareja presidencial o a la propia señora Heredia.
¿Espera que Cateriano sea el último premier de este gobierno?
No lo sé. A lo mejor Cateriano tiene intenciones electorales. Entonces, tendría que retirarse de la función ministerial cumpliendo los plazos que establece la ley, pero lo que sí espero es que sea un momento diferente en lo político, que ya no tenga esta polarización que se ha venido produciendo.
¿Cómo cree que conducirá el premier el caso de los rastreos de la DINI? Por ese tema censuraron a Jara.
Ahí reside la importancia de la censura política, que es una sanción política extrema. Después de esta censura, cualquier posibilidad de mangonear para que las cosas sigan como se han venido desarrollando en estos aparatos de inteligencia, no es posible. Precisamente por eso la censura tiene un enorme valor para la democracia.
Es decir, ahora sí se logrará reorganizar de manera adecuada la DINI…
Lo va a tener que hacer, porque, si Cateriano deja operar a esta gente de la DINI como venía operando, te aseguro que tarde o temprano van a empezar a molestarlo, porque estos señores se creen omnipotentes. De repente, si no había una censura, estas personas entraban a operar en el proceso electoral del 2016. Hay que recordar que en Rusia, por ejemplo, los aparatos de inteligencia se han apoderado del país; en el Perú no podemos permitir que pequeños aparatos de inteligencia empiecen a desarrollar estrategias contra opositores.
¿Cree que el gobierno quiso utilizar a la DINI como arma política?
La DINI para mí es como una resaca de un proyecto autoritario que fue archivado. Durante los dos primeros años de la gestión de Humala, el gobierno pasó a controlar las Fuerzas Armadas y la Policía, pero ese proyecto funcionaba desde un escenario que en ese momento era viable, que era la candidatura de la señora Heredia (a la presidencia). En ese momento ella llegó a tener 60 puntos de aprobación, luego tuvieron varios errores y la candidatura de Heredia se inviabilizó, porque ya no había respaldo popular. En ese contexto, la DINI quedó como una resaca. Las acciones que venía realizando la DINI, al parecer, las hacía un sector del gobierno que gozaba de cierta autonomía.
De otro lado, ¿por qué cree que existe este secretismo, ese misterio, en el gobierno sobre la respuesta de Chile en el caso del espionaje?
Lo que pasa es que el gobierno ha estado condenado hasta el cuello. Han pasado muchas cosas: el caso de Belaunde Lossio, los escándalos de la DINI, las investigaciones a Nadine Heredia, etc. En ese contexto, el gobierno ha intentado o intenta utilizar el tema de Chile para levantarlo como una gran cortina de humo. No sería nada extraño que este tema continúe como un factor permanente y se mantenga hasta la campaña electoral. Eso sí sería grave e irresponsable.
Es decir, ¿el gobierno está alargando lo más que puede este tema?
Claro, está calculando todo para que siga teniendo vigencia.
AUTOFICHA
- “La censura a Ana Jara es un hecho sin precedentes durante el ejercicio de la Constitución de 1993. No pasó en los anteriores gobiernos: ni en el gobierno de Alan García ni en el de Alejandro Toledo ni en el de Alberto Fujimori, ahí no hubo estas cosas”.
- “Las declaraciones de Cateriano luego de su nombramiento indican que va a asumir como jefe de gabinete un papel sustancialmente diferente, radicalmente diferente, al que desempeñaba. Ahora habrá un momento de contemplación”.
- “Las intervenciones en los ministerios por parte de Nadine Heredia, que han caracterizado a los gabinetes, sobre todo después de Óscar Valdés… todo eso ha sido sancionado de alguna manera por esta censura a la señora Jara. No solo se sancionó el tema de la DINI”.
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