22.NOV Viernes, 2024
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Opinión

El gobierno del presidente de la República, Ollanta Humala Tasso, ha propuesto bajar el impuesto a la renta (IR) empresarial, compensándolo con una subida del impuesto a los dividendos; como si estuviese, este gobierno, en capacidad de gastar lo que recauda (basta recordar que este año solo ha podido ejecutar el 60% del presupuesto de inversión que tiene) y no existiesen muchas otras oportunidades de inversión afuera para las empresas.

También propone, el Ejecutivo, en su paquete de medidas económicas enviadas al Congreso para su debate y aprobación, que la reinversión de las ganancias solo pueda realizarse en la empresa donde se generaron, bajo pena de tener que pagar impuestos adelantados sobre los dividendos, si los recursos se trasladan a otra empresa peruana.

¿Tiene sentido incentivar la reinversión restringiendo la libertad económica y limitándola a una empresa?

El Estado no está en capacidad de determinar cuál es la mejor oportunidad de inversión de recursos que necesitamos multiplicar, y más bien terminará desincentivando la reinversión empresarial, si los inversionistas encuentran más rentable colocar sus dividendos afuera, a pesar del incremento de las tasas.

Finalmente, la medida que impulsa el gobierno de Humala afectaría a los negocios que requieren diversificar riesgos, como los vinculados a infraestructura, donde necesitamos atraer inversiones por 7% del PBI.


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