05.DIC Jueves, 2024
Lima
Última actualización 08:39 pm
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Opinión

Aldo Mariátegui,Ensayos impopulares
Es complicada la situación del PPC tras estas últimas elecciones… Descartada cualquier presidencia regional y con un pésimo candidato para la capital –por fina y caprichosa cortesía de Raúl Castro, tras la aún obstinada debacle lourdecista con Pablo Secada– sin opción alguna, solo se esperaba su usual performance edil distrital en Lima. Y esta ha sido muy variopinta: derrotas estrepitosas de connotadas figuras partidarias (Santos y Ocrospoma) en dos supuestos sólidos fortines como Pueblo Libre y Jesús María, algunas escasas victorias en similares bastiones mesocráticos (Lince, etc…), un muy apretado triunfo de muy discutible aroma legítimo en el codiciado (US$) San Isidro (se habla de muchos votos ‘golondrinos’ y de un inesperado y feo pacto contra Meier junto a su patrocinador, Lay) y dos sorpresivos galardones en dos distritos populares, de aquellos que años atrás le hacían ascos al PPC por “pituco” (yo no podía aguantar las carcajadas cuando tildaban así a Alberto Andrade. ¡En “Eisha” se morían cada vez que escuchaban eso!). No es un balance electoral como para que su apparatchik Raúl Castro se ufane mucho, pero dudo mucho que su rival partidaria, Lourdes, lo hubiera hecho mucho mejor y no sé si los cuchillos largos funcionarán ahora contra el castrismo. Lo que sí me dio vergüenza ajena fue ver al candidato sanisidrino Velarde ocultarse la última semana electoral para colgarse primero del ‘Tucán’ en la radio y después de Lourdes en la TV: un político tiene que dar la cara y no estar prendido de otros, cual perrito faldero. Este PPC, siempre tan tibio, tan pactista, tan light y tan pendejamente abogadil…


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