Aescasas semanas de cumplir su segundo año de gobierno, la carencia de una bancada parlamentaria disciplinada y cohesionada en torno a un discurso único empieza a pasarle la factura al presidente Ollanta Humala.
Cómo será el nivel de descoordinación en Gana Perú que, semanas atrás, el propio mandatario tuvo que oficiar de operador político convocando a algunos líderes para bloquear los reiterados pedidos de interpelación a los integrantes del gabinete que preside Juan Jiménez.
Uno de ellos –revelaron fuentes de *Pasos Perdidos*– fue Luis Castañeda Lossio, de Solidaridad Nacional, a quien Humala le habría pedido apoyo para bloquear las variadas mociones de interpelación que vienen promoviendo grupos como Fuerza Popular, Concertación Parlamentaria y Alianza Por el Gran Cambio.
Con este mismo fin, pero con distinto talante, el jefe de Estado convocó días atrás, a Palacio de Gobierno, a los 43 integrantes de su bloque congresal. La citación, dicen, fue intempestiva y sin información previa de la agenda. Por distintas razones, no todos pudieron asistir, pero los que lo hicieron se ganaron con tremendo ‘cuadre’ presidencial salpimentado con ‘ajos’ y ‘cebollas’ al por mayor.
Ahí –ha trascendido–, Humala les reclamó a sus acólitos por su incapacidad para paralizar el desfile de ministros por el Pleno del Congreso pese a su superioridad numérica, incrementada por los votos de sus aliados peruposibilistas. Además, los conminó a cerrar filas para impedir que prosperen mociones pendientes de debate contra los titulares del Interior, Defensa e Inclusión Social. Dicen que fueron mayoría los que salieron del cónclave disgustados y sintiendo –una vez más– que solo se les toma en cuenta cuando se les necesita. Cuando no, vuelven a ser convidados de piedra.
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