Hay politiqueros que critican anuncios aislados. Llegaron a hablar de crisis fiscal cuando el riesgo soberano es ahora menor que el de México y se ha acercado al chileno, también por yerros suyos.
Otros insisten en propuestas estatistas, uno de los ingredientes del mal gobierno de Humala. Proponen que Petroperú, que contamina, se encargue de Camisea, en vez de rediseñar Camisea. El proponente del proyecto fue parte de la acción política que llevó a la pérdida de décadas de tiempo y tanto bienestar. Petroperú es la misma a la que el ex ministro Carranza aprobó un proyecto en Talara cuyo costo ya se multiplicó por, al menos, cinco.
También hay émulos de Santo Tomás: quieren ver para creer. No entienden que se han pedido facultades, y que estas incluirán reformas muy ambiciosas en infraestructura y formalización/productividad. Es, por principio, poco respetuoso del Congreso que se discutan públicamente medidas en detalle. Es suicida en nuestra democracia sin partidos. Y es absurdo cuando tienen 18 congresistas; Fuerza Popular, 73; y Frente Amplio, 20.
No les haga caso. Actualice sus proyectos de inversión. Prepare otros. Busque trabajadores calificados, tan escasos cuando crecemos. Identifique terrenos y analice su situación legal. Empiece a invertir. Su proyecto madurará cuando estemos creciendo al 5%, generando más de S/55 mil millones de valor agregado al año. Trate de posicionarse en el mercado para coger una tajada mayor de la torta.
La importancia económica de la inversión privada en el segundo trimestre fue la mínima desde 2009. Su caída desde inicios del 2014 es la más prolongada desde 1982. Mire adelante, no maneje mirando por el retrovisor. Viene un boom de inversión en infraestructura. Y menores costos para hacer negocios, en un proceso que continuará tras el empujón inicial. Aproveche.
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