Pablo Secada: Me indigna que Petroperú siga haciendo lo que le dé la gana

IIIRSA Sur se presupuestó originalmente en $1,000 millones y se ejecutó por más del doble. Fue exonerada del SNIP, que seguramente no estimó sus beneficios indirectos como lo hicieron Bonifaz y Urrunaga, a los que la turba quiso meter en el saco de la corrupción. BNDES le prestó a Odebrecht todo el capital que necesitaba. El instrumento político de los mais mercas du mundo prestaba al 6% cuando la inflación era mayor y la tasa interbancaria era 14.25%. Regalaban dinero de los ciudadanos a los mercas del imperialismo brasileño frustrado. Me quisieron llamar al orden por declarar que el retorno a la inversión sería infinito al primer vehículo que pagara peaje.

Kuntur Wasi incluye una compañía cuya clasificación de riesgo está dos peldaños arriba del incumplimiento y otra que tiene tal riesgo reputacional que un líder global no pudo ni comprarle un aeropuerto. Por lo tanto, ninguna debió ser postor.

El MEF aprobó un proyecto de inversión de $700 millones en Talara originalmente. El último estimado es casi ocho veces aquel.

Petroperú no está en el SNIP. Se comprometió a regresar a FONAFE como condición para su innecesaria obra. El Congreso los dejará fuera. Volverán a acordar para incumplir, como las mafias.

Los “Bolichicos” tienen el contrato de servicio del mayor lote petrolero del país. Hicieron dinero con Chávez, literalmente. Compraron el cascarón de Pacific Rubiales.

Ningún líder global puede hacer negocios con ellos, también por riesgo reputacional. Tampoco debió ser postor. Ya se imaginan por qué está ahí.

Odebrecht y Chinchero son EL escándalo. Todos opinan. Todos acusan. Inclusive a personas capaces y honestas que enfrentan la corrupción. Petroperú hace lo mismo, y peor. Y nadie dice nada.

El gobierno interviene para recordar que un sindicado es más barato que un bono. Y punto. Los congresistas, la prensa fiscalizadora, los procuradores y las redes sociales, bien gracias.