No pueden seguir callados

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Según información recabada por Perú21 (utilizando la base de datos de la OSCE), tres empresas relacionadas al prófugo Martín Belaunde Lossio habrían contratado con este gobierno por más de S/.2,000 millones. La constructora Málaga Hnos. S.A., la más favorecida, recibió contratos por casi S/.1,500 millones.

¿Importa el monto de los contratos firmados con estas empresas? Desde el punto moral tal vez no, pero para entender el tramado del caso Belaunde Lossio sí, y mucho.

Para empezar, podemos ir develando su condición. Algunos allegados al vértice del poder desean caracterizarlo como un personaje de segunda importancia, un sujeto de poco relieve que estaría ligado a la corrupción de los gobiernos regionales y locales. Basados en este argumento es que sostienen que solo debe investigarse en el caso Áncash, donde no sería cabecilla de la organización.

Esta conjetura es cierta, pero solo en parte. Todo apunta a que, en efecto, Belaunde Lossio no sería la cabeza de la organización criminal del caso ‘La Centralita’/Áncash.

Pero los montos develados hoy por Perú21 sugieren otra cara de la realidad: Martín Belaunde Lossio tendría que ser investigado por tráfico de influencias en distintas obras entregadas por el Gobierno Central, gobiernos regionales y locales. El monto develado es una señal inequívoca de que el prófugo empresario gozaba de amistades con gran poder en lo más alto del escalafón. El presidente Humala ha señalado, tajantemente, no tener vínculos con él, con lo cual debería ser el primer interesado en que se le atrape y juzgue con la mayor transparencia posible.

La información publicada por Perú21 el viernes (que desde Madre de Dios se hicieron esfuerzos por contrarrestar las corruptelas del susodicho, comunicando a distintos ámbitos del Gobierno Central, incluyendo al mandatario) pareciera indicar que, por el contrario, se trataron de tapar las denuncias y de enmudecer a los entendidos.

El gobierno tiene que explicar, con mayor detalle, cuál es la relación que sostenía con Belaunde Lossio: no solo estaban alertados, sino, además, los montos son inexplicables.