Mejores habilidades, mejores peruanos

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Una muy buena noticia provino ayer del Ministerio de Educación: los estudiantes de tercer y sexto grado de primaria han demostrado grandes avances en lectura y matemática. En un estudio realizado en el 2013 por el LLECE, a cargo de la Unesco, a estudiantes de colegios privados y públicos de 15 países latinoamericanos, el Perú demuestra grandes avances en habilidades básicas, como matemática y lectura.

Este es un hecho de la mayor importancia y al que debemos procurarle nuestra máxima atención. Para los países más avanzados, son las habilidades (más que la educación) la clave para transformar las vidas de cada ciudadano; se contribuye así con el desarrollo de las naciones. En un estudio publicado por la OCDE en el 2013, queda plenamente evidenciada la relación entre desarrollo y mejora de las habilidades y la prosperidad individual, colectiva e inclusión social. Mejores habilidades de lectura, por ejemplo, impactan positivamente en las mejoras en productividad; y, conforme las tecnologías desplazan a los menos capaces, es más relevante hoy que nunca preocuparnos por el desarrollo de las capacidades que permitan a los trabajadores integrarse a las cadenas de valor, donde los puestos requieren de habilidades superiores a las normales.

Esto suena a sentido común, pero pensemos por un minuto cuál ha sido la línea argumentativa en el sector educación frente a lo que la realidad global hoy exige. Las empresas prefieren, cada vez más, a trabajadores de altas capacidades en perjuicio de aquellos con bajas habilidades por una sencilla razón: hoy las plantas cuentan con tecnología de punta, donde las perillas y palancas han pasado a pantallas LED, y la robótica se abre paso a mayor velocidad. Los trabajos manuales serán cada vez menos intensivos, y se requerirá de habilidades tecnológicas.

Por supuesto, las mejoras en las habilidades de lectura y matemática no solo cumplen un fin laboral, sino –y sobre todo– de ciudadanía, de nación. Es crucial apoyar el nuevo marco educativo; ojalá las reformas laborales sigan a las educativas.