Luis Galarreta será el próximo presidente de la Mesa Directiva del Congreso por el fujimorismo. Una sorpresa, pues el nombre que sonaba fuerte para el encargo era el de la congresista Cecilia Chacón.
Es raro que la antigüedad, la fidelidad y la lealtad hayan pasado a un segundo plano para Keiko y sus asesores. Después de todo, mientras metían preso al padre de Cecilia por desviar fondos para la campaña de Alberto Fujimori y a ella la condenaban por enriquecimiento ilícito (acusaciones de las que él y ella han sido absueltos recientemente), Galarreta decía que “la experiencia del régimen fujimorista fue una experiencia nefasta”. Y, además, acaba de llegar.
Pensé que Chacón sería la elegida y a eso obedecía que haya tratado de mantener un perfil relativamente bajo para lo que suelen ser sus intervenciones y declaraciones. Sobre todo, porque después de que PPK se reuniera con Keiko y acordaran llevar la fiesta en paz por el bien del país, un perfil demasiado alto, beligerante y confrontacional como el de Lucho desmiente la mencionada intención.
Recordemos que Galarreta llamó “montesinito” al premier Zavala, lo que constituye un insulto y una difamación; se ufanó de tener topos en el Poder Ejecutivo “que le cuentan todo”; aseguró sin presentar pruebas que a Keiko le robaron la elección; acusó sin pruebas a PPK, Zavala, la ministra Ana María Romero y a los congresistas Carlos Bruce y Juan Sheput de cometer delito al proteger a Alejandro Toledo, prófugo de la justicia. Y hay más de esas.
Quizás esta es la manera en la que los asesores de Keiko, Figari y Herzt, consideran que hay que tratar el asunto “Kenji y Alberto”, que hay que agudizar las contradicciones. Yo pienso que se están equivocando, aunque preferiría equivocarme yo.
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