Autor: Ricardo Monzón Kcomt.
rmonzon@peru21.com
Enrique Cornejo quedó en segundo lugar en las elecciones para la Alcaldía de Lima; además, ocho regidores de su lista están en el Concejo. Con esa autoridad, se pronuncia sobre lo que viene para Lima.
Patricia Juárez dijo que la gestión saliente les pone baches y no les entrega toda la información, ¿qué opina?
Lamento que haya ocurrido eso. Una de las cosas más importantes es no perder tiempo. Las elecciones fueron el 5 de octubre y, por el formulismo de la señora Villarán y su equipo de esperar a que el JNE proclame los resultados oficiales que eran inalterables, se demoró en hacer la transferencia. Creo que la primera responsabilidad la tiene el equipo de Villarán, pero también el equipo de Castañeda, que tampoco se interesó mucho en presionar para este tema.
Patricia Juárez dijo que se encontraron irregularidades en la gestión de Villarán…
Y es posible que encuentren más. El problema no es que haya irregularidades, sino que los grandes problemas de Lima se van a postergar porque habrá puras investigaciones.
¿Cuáles son los peligros de una mala transferencia?
El primero es la pérdida de tiempo. La nueva administración entra con el ánimo de decir que no le han dado la información y no me llamaría la atención que se abra un esquema de investigación que, claro, siempre es bueno, pero la autoridad tiene que estar dedicada a hacer las obras que prometió en la campaña, y yo me temo que eso va a tomar un tiempo. Seguramente tendremos unos 6 meses de investigación de denuncias.
¿Seis meses sin acción edil?
Lima va a estar parada seis meses. Mientras tanto, el 18 de enero se cumplen 480 años de la fundación de Lima y que yo sepa no hay ningún acto especial. Además, se realizarán los Juegos Panamericanos del 2019 y no tenemos un procedimiento conocido de acción, con flujos y metas que podamos evaluar. La preparación de los Panamericanos tiene serias complicaciones. Incluso hay la posibilidad de que perdamos la sede, porque no se trata solamente de tener las instalaciones deportivas a tiempo, se necesita tener obras viales, hoteles preparados. Ese es un tema que ni la señora Villarán ni Castañeda han abordado.
¿Quieren sabotear el proceso?
Lo que me queda claro es que no han tenido el mayor interés de hacerlo seriamente.
¿Por qué no logran ponerse de acuerdo?
Le voy a dar un solo ejemplo: ha subido el pasaje del Corredor Azul y se ha propuesto una alza del pasaje del Metropolitano. Es un tema políticamente complicado y socialmente impopular, pero lo que no se dice es que hay un problema compartido. La señora Villarán salió a decir que esta alza no está bien, pero lo dice al final de su mandato. En el contrato de concesión del Metropolitano, que lo hizo equivocadamente Castañeda, se dejó que los pasajes estuvieran en función del mercado y que su valor esté en el ámbito de los concesionarios. Ese es un error gravísimo, en ningún transporte público del mundo los pasajes se dejan a libre mercado.
¿Villarán pudo hacer algo?
Es un error de Castañeda en el origen del contrato, pero ahora es un error compartido. Villarán pudo llamar al concesionario al inicio de su mandato para renegociar. En ese ámbito, había que poner un subsidio. No hay pasaje de transporte público en el mundo que no tenga un nivel de subsidio. En el Metro de Lima, el pasaje está fijado en S/.1.50, pero eso no es lo que cuesta, la diferencia la pagamos todos con un subsidio.
Ahora, ¿cuál es la solución?
Castañeda tendrá que renegociar su propio contrato, es decir, corregir su propia actuación. Tiene que sentarse y firmar una adenda. Lo peor es que el contrato de concesión existe, pero esta no ha empezado.
Pero los buses ya circulan hace cuatro años…
Todavía no se contabilizan los 10 años del contrato. Este es un problema de Castañeda y Villarán, porque no se han hecho las obras que el contrato dice que se deben hacer en la gestión municipal para que corran los años de la concesión.
¿Qué obras no se hicieron?
Todo contrato de concesión tiene obligaciones de ambas partes, lo que se llama un riesgo compartido. Las obligaciones del concedente, que es el municipio de Lima, eran culminar algunas obras en la parte norte donde, hasta ahora, no se terminó la construcción de los patios de los buses. Los concesionarios dicen que, como el concedente no ha cumplido, están trabajando a cuenta de lo que debe pagar, porque hacen gastos. Eso demuestra una equivocación del gobierno de Castañeda y una ineficiencia del de Villarán.
¿Qué espera de la gestión de Castañeda?
Espero que esté a la altura de las circunstancias. El alcalde tiene la obligación de liderar la ciudad. Si él está en esa tarea, lo apoyaremos, pero si repite lo que ha sido su actuación, yo y mi equipo de regidores tendremos una actitud vigilante y fiscalizadora porque no hay tiempo que perder.
¿Cómo termina Villarán?
Lamento que tardíamente se haya dado cuenta de que tenía que priorizar los proyectos, las obras, las concesiones. Se pasó dos años criticando a su antecesor, después postuló a la reelección. Esos fueron sus dos grandes errores.
AUTOFICHA
- “He sido ministro de Transportes y Comunicaciones durante el último gobierno de Alan García. Postulé a las elecciones regionales y municipales del 5 de octubre como candidato a la Alcaldía de Lima. Quedé en segundo lugar, detrás de Luis Castañeda Lossio”.
- “Las elecciones en el Apra pueden ser por ‘un militante un voto’ o por una convención donde los militantes votan por un delegado y este vota por ellos en la convención. Siempre que se respeten las opiniones de los militantes de base, todo bien”.
- “Es patético lo que ha pasado con el bastón de mando. El presidente Humala no solo lo devolvió, sino que lo mandó a destruir por un general en actividad. El gobierno tiene una gran habilidad para dispararse a los pies. No sé quién asesora al presidente, pero yo lo botaría”.
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