25.NOV Lunes, 2024
Lima
Última actualización 08:39 pm
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Opinión

Juan José Garrido,La opinión del director
director@peru21.com

Nuestras costumbres electorales pronostican, casi a la perfección, el derrotero del debate: en lugar de propuestas, ideas y proyectos, escuchamos ataques, pullas y adjetivos por doquier. Es cierto que ese comportamiento no es exclusivo de nuestra clase política; al contrario, para muchos es el principal problema que enfrentamos en el largo plazo: la incapacidad que tenemos como sociedad para intercambiar visiones y aspiraciones sobre los temas relevantes.

Este problema se acrecienta cuando se trata de nuestra capital, Lima. En los últimos 50 años, nuestra población ha pasado de casi 1’845,000 habitantes a más de 8’617,000, crecimiento que, además de ser explosivo, se ha producido de una manera informal, caótica. Como comparación, en 1950 la ciudad de Nueva York albergaba a 7’891,000 habitantes y en el 2010 contaba 8’175,000. Dirán que son realidades distintas, lo cual es cierto. No obstante, la comparación sirve para entender el escenario en que nos movemos.

La explicación detrás de los crecimientos espectaculares –como en el caso de Lima– es la presencia de oportunidades. Lima no solo brindaba oportunidades, sino también refugio. Entre los años setenta y ochenta es que el crecimiento demográfico se acrecienta, años de economía en ruinas, terrorismo, ausencia de instituciones, etc.

Detrás de las oportunidades está la competitividad de las ciudades y, en mayor medida, la alcanzarán conforme los mercados globales se integren en cadenas de valor con tecnología y conectividad. Lima, probablemente, está más cerca de Los Ángeles que de Huancayo en este sentido.

Hace pocos días el Foro Económico Mundial publicó un reporte sobre este tema. Los principales ejes (elementos para listar reformas) son cuatro: instituciones (liderazgo, visión, coordinación, etc.); políticas y regulación del ecosistema de negocios; conectividad dura (física); y conectividad suave (educación, infraestructura digital, etc.).

Las conclusiones del estudio son simples: las ciudades exitosas son flexibles y se adaptan, aprovechan la tecnología al máximo, priorizan de acuerdo a su realidad (fase de desarrollo, demografía, etc.), y reforman a nivel municipal de manera rápida y oportuna.

¿Qué ofertan nuestros candidatos en estos ejes? Mañana jueves publicaremos un especial electoral en busca de respuestas.


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