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"La Ley Universitaria nos ha regresado a los 70"

“La Ley Universitaria opta por un modelo ‘profesionista’, que prioriza las carreras técnicas sobre las Humanidades: fuera la ética, la lógica, la filosofía”, nos dice el decano de la U. Católica Sedes Sapientiae.

Foto: Luis Gonzales.
Foto: Luis Gonzales.

Luis Solari,ExPrimer ministro
Autor: Gonzalo Pajares.
gpajares@peru21.com

Luis Solari fue premier durante el gobierno de Alejandro Toledo y hoy es el decano de la Facultad de Medicina de la Universidad Católica Sedes Sapientiae. Desde su experiencia académica, en esta entrevista se pronuncia en contra de la nueva Ley Universitaria, aprobada ayer por el Congreso. Para él, la ley es inconstitucional. Aquí sus razones.

¿Ayer el Congreso aprobó una buena Ley Universitaria?
No. Esta ley tiene dos problemas graves de origen: 1. La autonomía universitaria ha sido avasallada. 2. Dice que el Ministerio de Educación tiene “rectoría” en la educación cuando la Constitución solo le concede esa facultad en temas de salud. En el tema educativo, la Constitución dice que el Estado “coordina” esta política, y lo hace porque los verdaderos y únicos “educadores” de los hijos son los padres de familia. Esta ley atenta contra la libertad, contra el principio universal que dice que los padres tienen el derecho de elegir la educación de sus hijos, contra la Constitución y contra la Ley General de Educación. Es ilegal por todos lados.

¿Por qué la autonomía universitaria no es bien vista por los promotores de la ley?
Esta ley consagra la apropiación política del sistema universitario. Algo así solo se vio durante el gobierno de Velasco. ¿Qué se viene, una réplica del modelo venezolano, subvenciones, compra de votos? El sistema universitario peruano tiene entre 3.2 y cuatro millones de electores potenciales. Entonces, lo que yo veo acá es una campaña política que pretende desprestigiar al modelo actual, pero sin mostrar ningún estudio serio. La universidad aparece en el mundo justamente para expresar libremente críticas al sistema imperante.

Daniel Mora, promotor de la nueva Ley Universitaria, señala que necesitamos una nueva ley porque la anterior permitió que tuviésemos muy malas universidades…
Eso es falso. El 12 de junio, la revista Nature publicó un artículo donde se señala que, si bien es cierto que la producción científica no es numerosa, sí es de calidad, a tal punto que, tomando en cuenta Sudamérica, es la de mayor impacto en el mundo. Yo acá le haría un reclamo al Estado: durante más de 30 años ha abandonado el patrocinio de la investigación universitaria y, a pesar de esto, mire lo bien que están nuestros investigadores.

Como ejemplo de que la Asamblea Nacional de Rectores (ANR) no funciona, se menciona el caso de la U. Garcilaso de la Vega, a la que no han podido intervenir…
Ese no es un argumento válido: es como decir que porque hay cuatro policías vinculados con el narcotráfico toda la institución lo está. En ese caso, el problema no es del sistema universitario, sino del sistema judicial, que le da a esa universidad, a pesar de estar intervenida por la ANR, mecanismos para que no se ejecute dicha intervención. Repito, los promotores de la nueva Ley Universitaria no han podido mostrar ningún estudio serio que respalde su propuesta. Solo han hecho una campaña mediática de desprestigio valiéndose de situaciones como la que usted menciona. Acá se está usando como pretexto el tema de la calidad, pero las intenciones son políticas.

Pero no puede negar que la mayoría de nuestras universidades son malas…
No podemos negar que el sistema universitario necesita mejoras, pero estas deben hacerse en un proceso de diálogo nacional y consenso democrático. Acá, para dar la Ley de Emolienteros convocaron a estos trabajadores, pero para la Ley Universitaria, que se supone que debe velar por los jóvenes que construirán nuestro futuro, no se convocó a las universidades. La gente que sabe sobre educación no fue citada. Que me digan qué universidad apoya su propuesta: ¡ninguna! Ayer fue un día fatal: con la nueva ley hemos vuelto a los años 70, y hoy tenemos un comisariato universitario. Las universidades públicas, a partir de la publicación de la norma, se quedarán sin autoridades, sin asamblea, algo que resulta una violación al Estado de derecho, situación inconcebible en una democracia.

El promotor de la ley es Daniel Mora, antiguo compañero suyo en Perú Posible…
No tengo relación con Perú Posible desde setiembre del 2004, cuando me alejé del Gobierno. Si me encuentro con gente del partido, la saludo, porque soy cordial. Por eso, he visto con sorpresa que un partido que luchó por recuperar la democracia, y que debió pelear porque esta se trasladase al gobierno universitario, hoy apoye la intención del poder de turno de apropiarse del sistema universitario.

¿Está desilusionado?
No, pero la historia pasa factura. Y lo mismo pienso de los congresistas de Acción Popular. El fundador de ese partido, Fernando Belaunde, les devolvió a las universidades autonomía y libertad, pero quienes hoy representan a ese partido han borrado con sus votos lo bueno que hizo su fundador.

¿Qué piensa de Toledo?
Es un expresidente al que hay que guardarle respeto. Tiene investigaciones pendientes y es inocente hasta que el Poder Judicial le encuentre alguna responsabilidad. Mientras algo así no pase, es honrado.

AUTOFICHA

- Fui premier y luché por restaurar la democracia. Por eso, me opongo a la nueva Ley Universitaria, que pretende hacer una apropiación política de las universidades.

- Para mí, Alejandro Toledo es inocente hasta que el PJ establezca lo contrario. En democracia se demuestra la culpa, no la inocencia.

- Soy médico y, como decano de una universidad, estoy en el mundo académico. Sigo participando en política en el ámbito de la opinión pública… como pasa hoy.


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