Aldo Mariátegui,Ensayos impopulares
¡Les juro que, de contar con un espacio mayor para escribir, ayer habría pronosticado que el PPC iba, de alguna manera, a apoyar al oficialismo “en aras de la gobernabilidad” o algo así (pero había que homenajear a Zileri)! Por eso no me sorprende su voto amarillo abstencionista, una manera sibilina de salvarle el cuello al gobierno.
El PPC siempre pactista: desde que se suicidó en 1980 al aliarse con Belaunde por dos ministerios y perder así peso propio (Luis Bedoya Reyes quedó tercero para alcalde de Lima en 1986) hasta que apareció Lourdes Flores y, por lo menos, los llevó a jugar dos semifinales presidenciales y una final edil, lides que ella misma se encargó de perder. Son tibios desde que Bedoya se chupó de ir a liderar las protestas del 28 de julio de 1974 contra Juan Velasco Alvarado en Miraflores, no aprovechando el exilio de Belaunde y así ocupar el gran espacio político antimilitarista no rojo que se había formado. Después pactaron con el Apra y sacaron juntos ese bodrio de la C-79, desastre que ayudó tanto a que el Perú esté hundido hasta 1993. Tampoco me sorprende que personajes menores como Acuña o Jaime Delgado (el padre de los aportes de los independientes a las AFP) también se hayan abstenido, a ver adónde se ubican. E Iberico hace años que anda perdido… ¡Pero Vitocho! Parafraseando a César cuando recibió la puñalada de Bruto, el electorado le debería decir: “¿Tú también, Vitocho?”.
PD: Quiero saludar desde aquí al tuiterito arequipeño Jorge Díaz Torres, aspirante a periodista deportivo. Me ataca casi todos los días (https://twitter.com/Jorge_JDT) y hay que felicitarle por el esfuerzo. ¡Ni “el novelista” Faverón es tan necio para llamar la atención!
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