Zoraida Peña
Gigio Aranda, guionista de la serie que ha hecho historia en la televisión nacional, hace un balance de las ocho temporadas de la producción que este lunes llega a su fin.
¿Cómo te sientes a pocos días del final de Al fondo hay sitio?
Muy feliz, la tristeza no me llegó a agarrar. Hablando a título personal, este año ha sido muy cansado, yo he llegado gateando. Entonces ahorita, para terminar, estamos bien.
¿Cuál es tu balance de las ocho temporadas de esta exitosa teleserie nacional?
Creo que bueno. Nuestro programa no debió durar más de tres años y ha durado más de lo que debería, siento yo. Pero la gente (actores y producción) ha tenido trabajo constante por ocho años, algo que no pasa normalmente en televisión. Hemos cumplido con el canal (América TV), con la gente que trabaja aquí, con el público que nos ve. Hemos hecho un programa divertido. He escuchado que la gente nos va a extrañar y eso es lindo.
¿A qué se debió tu cansancio? ¿La última temporada ha sido muy exigente?
La serie ha durado, a mi gusto, más de lo que debió durar. Le dimos a las historias más vueltas de las que debimos haberles dado. Hemos casado y descasado a la gente muchas veces y eso no debía hacerse. Ya cuando sientes que le has dado muchas vueltas y las historias están muy parecidas, entonces dices: ‘Ya no, ya no dan muchas ganas’. Por eso que nos place hacer algo nuevo (la serie De vuelta al barrio) y qué bueno que el canal aceptó una decisión bastante loca para el mundo de la televisión: sacar un programa cuando sigue siendo el primer lugar durante ocho años y arriesgarse a hacer uno nuevo. Es una cosa de locos, ¿no? Una cosa de locos para nosotros y una cuestión de confianza increíble para la empresa.
¿Sientes que Al fondo hay sitio ha sido tu mejor obra como guionista?
Sí, hasta ahora sí. Todo empezó con Mil oficios, luego Así es la vida y ahora Al fondo hay sitio. Lamentablemente, inventé mi calabozo: hacer un programa diario que debe funcionar y estar en primer lugar. Bien complicadita la tenemos para el siguiente programa. Pero creo que hemos realizado el programa mejor producido, mejor actuado y mejor escrito. Es lo que se aprende también, ya tienes ocho años en esto y sería el colmo que hagas un programa peor.
Se podría decir que tú mismo te has dejado la valla alta para la nueva serie De vuelta al barrio.
Sí, todos estamos bien fregados (risas). Al fondo hay sitio se termina este lunes y yo ese mismo día empiezo a tener insomnio para ver qué cosas vamos a hacer para lanzar este programa en abril. Digo que la valla es muy alta porque este programa (Al fondo hay sitio) lo ha visto gente que ha crecido con la historia, y tratar de reemplazar eso sería muy soberbio. Pero vamos a seguir la fórmula de un programa familiar, con historias de personajes distintos, que es lo que hemos hecho los últimos 16 años.
¿Qué anécdotas tienes de estos años escribiendo la serie?
No tengo anécdotas, las he borrado todas. Solo son anécdotas de dolor y de cansancio y de sudor (risas). No me puedo acordar de ni una sola, pero creo que es lo mejor. A este programa llegamos entrenados para eso.
¿En qué momento sentiste que ya no dabas para más?
Este año, a partir de mayo, sentí pies de plomo para continuar con el programa, sentí un cansancio que no se me fue. Recuperé un poco de vigor con algunos capítulos, pero créeme que no me sentía feliz con lo que estaba haciendo.
¿Influyó también que el público los ‘obligara’ a resucitar a un personaje como ‘Grace’?
El público y nosotros (guionistas). Yo siempre guardé la esperanza de la resurrección de ‘Grace’ (Mayra Couto). Al final, la muerte de ‘Grace’ nos regaló la temporada del año pasado y nos regaló este año, por eso tuvimos Al fondo hay sitio por dos años más.
¿Qué te ha parecido que Al fondo hay sitio haya sido objeto de estudios sociológicos?
¡Qué te puedo decir! La importancia de haber llegado a tanta gente es algo muy extraño. O sea, tú nunca pensaste en eso, nunca pensaste que un programita en el que unos ricos y unos pobres viven frente a frente pudiera tener tanta importancia. Eso es irrepetible porque ya no podemos hacer ese tipo de programas. Si nos ha funcionado tanto es porque se apeló a una identificación maravillosa con la gente.
¿Te molestaron las críticas y que se considerara a la serie en el saco de la ‘TV basura’?
¡Cómo me va a molestar si son opiniones de la gente! ¿Cuál es el problema de que te ninguneen en el trabajo? ¿Acaso tú trabajas para que le gustes a todo el mundo? No me molestó el lado de las críticas, porque yo no considero que estoy haciendo televisión basura, porque sería un poco triste hacer una cosa que te dé asco hacer.
En la nueva serie De vuelta al barrio trabajarás en una historia ambientada en los 70. ¿Por qué arriesgarte así?
Porque en los últimos 16 años hemos hecho programas de barrio en los que hay personajes entrañables y les pasan cosas divertidas, locas, actuales… Ahora estamos intentando hacer una cosa loca, estamos intentando hacer los años maravillosos. Es un riesgo, pero me parece interesante porque vamos a poder contar otro tipo de historia.
Autoficha
- “Debuté como guionista en el 92, con la comedia Casado con mi hermano. He trabajado para varios programas de televisión como El show del mediodía, Casado con mi hermano, Fandango, Nino (remake), Mil oficios, Así es la vida y Al fondo hay sitio. Trabajo con cinco guionistas”.
- “Efraín Aguilar (productor de Al fondo hay sitio) fue el que empezó todo esto. Fue él quien nos llamó para hacer la serie Mil oficios (Panamericana). Ahora él va a descansar más y nosotros nos dedicaremos a trabajar en el nuevo programa”.
- “¿Cuál ha sido mi personaje favorito de la serie? No te puedo decir, porque sino todos me pegan (risas). Pero tengo dos personajes favoritos. Aunque esto va más allá de decir ‘favoritos’, porque sino hubiéramos escrito una historia para dos o tres personajes nada más”.
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