Mijail Palacios Yábar
@mijailpy
Vivimos tiempos de cambio. La caída de las izquierdas, el Brexit en Europa y la llegada al poder de Donald Trump son algunas de las señales a subrayar. El republicano apenas tiene unos días como presidente y ya ha acelerado la implementación de sus propuestas. ¿Es un capricho de Trump o una acción sintomática de reformas estructurales en la política mundial? El internacionalista y ex canciller Francisco Tudela nos ayuda a ensayar respuestas.
En 2016, usted dijo que “las propuestas de Trump iban a ser moderadas por la realidad”. Pero parece que sí cumplirá lo que prometió.
Trump ha decidido fabricar la realidad. En los pocos días que lleva en la Casa Blanca ha producido una revolución en los Estados Unidos, una revolución energética, en el campo de la seguridad. Trump está abriendo varios capítulos al mismo tiempo y en un plazo muy corto, lo que tiene un solo nombre: revolución.
¿Para bien o mal?
El mundo en el siglo XXI ha pasado a una etapa histórica diferente, en la cual la vida política se vuelve confrontacional, las posiciones irreconciliables. EE.UU. confirma la regla de lo que vemos en los procesos electorales europeos. Estamos entrando a una época de gran conflictividad ideológica. Estamos viendo lo que probablemente es la revolución ideológica más profunda de los EE.UU. desde la época de Franklin D. Roosevelt.
Pero parte de esa “revolución” es construir un muro en la frontera con México, lo que es, al menos, polémico.
El muro es un ángulo de ataque para los adversarios de Trump. Las administraciones anteriores han construido alrededor de 430 km de muro, que es algo así como de Lima a Trujillo. Lo que Trump propone es algo que se viene haciendo desde 1990. La guerra política es así: mucha hipocresía y falsa indignación.
Y parece que el gobierno mexicano no sabe qué hacer.
Enrique Peña Nieto está respondiendo a tremendas presiones internas. El conflicto con Trump le abre el camino a Andrés Manuel López Obrador para las próximas elecciones mexicanas. Y claro, este último es un Maduro, un Chávez, entonces México podría ser una Venezuela gigante si es que no hay una política de Estado uniforme y constante respecto a la agenda con EE.UU.
En su experiencia como canciller, ¿considera que está bien el plan migratorio de Trump?
El ex presidente Barack Obama expulsó a millones de ilegales durante sus ocho años de mandato. Lo que sucede con países como EE.UU. es que las políticas pueden ser agudizadas, pero son políticas de Estado, que a veces se siguen con vigor y a veces con relajo, como es el caso del muro y la expulsión de los ilegales. Trump solo va a actuar con más rapidez en esos terrenos.
También tenemos a un Trump proteccionista.
También es muy vistoso para la guerra política, pero no es exacto, porque él no propone colocar aranceles irrestrictos a las importaciones. EE.UU. importa el 40% de todo lo producido en el mundo. La verdadera guerra es la ideológica por la transformación social desde el punto de vista del progresivismo: transformación social hacia cierto tipo de socialismo; y desde el punto de vista de Trump y sus partidarios, transformación social que debe descartar el modelo progresivista y ser un modelo más de corte tradicional. La corrección política ha entrado en guerra con Trump y viceversa. El Brexit es un rechazo a lo políticamente correcto. Entonces, Trump no está solo, está con Viktor Orbán en Hungría y Theresa May en Inglaterra. El mundo ha entrado a una revolución. Hay una rebelión de los electores contra los modelos políticos imperantes.
Casi el curso natural de la historia, ¿no?
Lo que Giambattista Vico hablaba del ‘corsi e ricorsi’: el péndulo que va en una dirección hasta que la ley de la gravedad lo tira en la dirección contraria.
Trump ha mostrado acercamiento a Putin. ¿Cómo se va a reordenar la geopolítica mundial?
Tengo la impresión de que el acercamiento de Trump a Rusia tiene que ver con la expansión de China y la amenaza a Japón y Corea del Sur. El 70% de la flota americana se encuentra hoy en el Pacífico Norte.
¿Todos esos movimientos cómo afectan a Latinoamérica, donde la izquierda está perdiendo poder?
Usted lo dice, es el mismo fenómeno que se da en EE.UU. y Europa. En el caso de Cuba, si no deja viajar a sus ciudadanos y no aplica la carta democrática de la OEA y hace elecciones libres, Trump dará marcha atrás. Y en Venezuela falta la acción de los EE.UU. Si Trump decidiera colocar ese ingrediente, el chavismo se acaba.
¿Y en Perú cómo afectará?
Puede afectarlo positivamente en el sentido del aumento en el precio de las materias primas, por lo tanto, de mayor valor en sus exportaciones. Políticamente, hay que ser conscientes de las asimetrías, que nos obligan a cierta adaptabilidad.
¿Los peruanos que viven en EE.UU. están en riesgo?
Los legales no. Los ilegales sí. Los consulados tienen que preocuparse del registro de estos compatriotas, para que en caso de que sean detenidos tengan la garantía del respeto de sus derechos y sean repatriados de una manera correcta.
Autoficha
- “Soy Francisco Tudela van Breugel Douglas. Nací en la ciudad de Lima, el 20 de julio del año 1955. Soy consultor experto en Derecho Internacional Público y Relaciones Internacionales. He sido miembro del Congreso Constituyente Democrático de 1993”.
- “También fui ministro de Relaciones Exteriores (1995-1997), embajador del Perú ante la ONU (1999-2000), vicepresidente del Perú y presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores del Congreso del Perú (2000-2001)”.
- “El 17 de diciembre de 1996, fui tomado como rehén por el grupo terrorista Movimiento Revolucionario Túpac Amaru, conjuntamente con otras 71 personas, en la residencia del embajador japonés en Lima. Durante la Operación Chavín de Huántar, el 22 de abril de 1997, logré escapar”.
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