Ricardo Monzón Kcomt
@rmk_04
Un extraño comportamiento se produjo en las últimas horas en Venezuela. A pesar de que el 29 de marzo el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) disolvió la Asamblea Nacional (AN) del país llanero, el último sábado retrocedió. El ex canciller Francisco Tudela analiza el autogolpe y ensaya posibles soluciones para la crisis en ese país.
¿Por qué retrocedió Maduro?
Hay dos hipótesis. La primera que, para mí, es la más sólida, es el comunicado del Departamento de Estado de EE.UU. en el cual condena la acción venezolana y exige que se restituya la Asamblea Nacional, que se convoque a elecciones generales y se libere a todos los presos políticos. La segunda hipótesis es que el cierre del Congreso es una medida empujada por Diosdado Cabello (diputado, ex presidente de la AN de Venezuela y vicepresidente del PSUV, partido de Maduro) y no por Nicolás Maduro. Habría una pugna interna entre ellos y alguien perdió ahí dentro.
De todas formas la oposición ha dicho que no quiere más diálogo y que saldrá a las calles. ¿Es la mejor vía?
Es una ingenuidad tratar de dialogar con un gobierno de matones. El contexto es evidente: no hay diálogo posible entre la oposición y el gobierno porque están separados por concepciones completamente distintas de la política. Ahora, si van a ganar algo saliendo a las calles, sí, aumentan el desgaste, pero no creo que derroquen a Maduro.
¿Hubo un golpe de Estado en Venezuela?
Sí es un autogolpe, pero no es un cambio en el statu quo de Venezuela, que era una dictadura encubierta, un gobierno con vocación totalitaria, desde la época de Hugo Chávez.
¿Pero no se agrava ahora la situación en Venezuela?
Sí se agrava. El autogolpe es la coronación de un proceso de tensiones que pasó por la defenestración de diputados, la crisis de María Corina Machado… Digamos que el gobierno venezolano viene violando sus propias normas desde hace una década.
¿El gobierno se quitó completamente la careta?
No. Esa es la historia de la izquierda del Frente Amplio, del Partido de los Trabajadores, del kirchnerismo, que decían que Venezuela era una democracia autoritaria. No era así. Venezuela era una dictadura con piel de democracia. Hacerse los escandalizados ahora no corresponde. El gobierno de Maduro nunca fue legítimo.
¿Hay que meter a todos los partidos de izquierda en el mismo saco?
A todos los que se pronuncian a favor del régimen de Maduro, sí. Por ejemplo, Verónika Mendoza es una política que ha negado en televisión el carácter de dictadura encubierta del régimen chavomadurista. ¿Cómo no la voy a poner a ella en el saco?
¿El autogolpe en Venezuela es similar al autogolpe de Alberto Fujimori en Perú?
En el caso peruano, cuando se dio el autogolpe, el gobierno del presidente George Bush reaccionó inmediatamente diciendo que no estaba de acuerdo. Poco tiempo después se hicieron elecciones bajo la supervisión de la OEA y de la Unión Europea. Además, el autogolpe de Fujimori se produce por la quiebra económica y moral del Estado debido al socialismo y el ataque frontal del terrorismo. En cambio, el autogolpe de Nicolás Maduro es para conservar la quiebra y la disolución moral del Estado socialista para quedarse en el poder.
¿No se pueden comparar?
La moral política de un país es su Constitución, desde ese punto de vista todos los autogolpes son iguales. Pero las circunstancias existenciales de los países y la situación histórica en la cual se encuentran son diferentes. Las razones entre el autogolpe de Fujimori y el de Maduro son completamente opuestas.
¿Qué puede hacer ahora la oposición en Venezuela?
Yo soy pesimista. Veo mucho poder en el gobierno de Maduro, porque tiene a la Fuerza Armada de su lado y detrás de eso tiene milicias de 700 mil personas, y detrás de eso tiene asesores cubanos. No veo que la oposición tenga la fuerza suficiente para vencer esto en las calles. Lo que sí veo es la acción en un futuro no tan lejano de los Estados Unidos.
¿De qué manera y en qué tiempo estima que EE.UU. tomaría acciones?
En un par de años. Se va a requerir una operación internacional de desestabilización de gran envergadura.
¿Qué se necesita para desestabilizar a Maduro?
Una movilización mediática internacional, pronunciamientos del Departamento de Estado de EE.UU. sobre la ilegalidad del régimen venezolano, pronunciamientos del Congreso y del mismo presidente de los EE.UU…. Una gran potencia tiene que señalar el rumbo que lleva al derrocamiento del régimen chavista. La oposición es muy débil y los organismos internacionales no tienen ningún poder.
¿Ni la OEA?
Menos aún la OEA porque no tiene un Consejo de Seguridad, como sí lo tiene la ONU. El Consejo de Seguridad puede autorizar el uso de la fuerza.
¿Entonces en qué podría ayudar la Carta Democrática?
En castigar al Estado transgresor excluyéndolo de la OEA, pero tengo la impresión de que Maduro y los cubanos se van a reír de esa medida.
Autoficha
- “Soy consultor experto en Derecho Internacional Público y Relaciones Internacionales. He sido miembro del Congreso Constituyente de 1993, canciller, embajador del Perú ante la ONU, vicepresidente del Perú y presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores del Congreso”.
- “El régimen chavista es de populismo, antidemocrático, abusivo, que no ha respetado el Estado de Derecho, que ha fabricado Constituciones, que ha encarcelado a los opositores políticos. Eso es antagónico con una concepción republicana normal”.
- “En Venezuela hay dos mentes, la de Cuba y la de Venezuela. No creo que se deban romper las relaciones de Perú con Venezuela. La misión diplomática también es un vínculo de contacto con la sociedad civil. Si no estuviésemos, se dejaría a Maduro libre en cancha sin ninguna crítica”.
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