Hace pocos días, en una entrevista de Perú21 a Gastón Acurio, en el marco de Yuntémonos, este afirmó: ‘Hay una necesidad urgente de promover un estilo de vida basado en una alimentación local, estacional… a partir de políticas públicas’. Y acto seguido dijo que ‘abrir las fronteras siempre ocasiona cosas buenas… Tenemos que defender el libre comercio a muerte’.
En otras palabras, de un lado, Gastón subraya la necesidad de asegurar que prevalezca el libre comercio, a fin de que existan mercados abiertos para nuestros productos y chefs, en vez de que se adopten las políticas proteccionistas anunciadas por Trump. Y, del otro, propone que el Estado intervenga para que los peruanos consumamos productos locales y estacionales.
¿Es posible promover el consumo local y estacional desde el Estado sin generar respuestas negativas de otros países?
Si lo que Gastón propone es que el Perú adopte subsidios o beneficios tributarios en favor de productores locales, esto generará retaliaciones comerciales. Y si Gastón solo está pensando en que voluntariamente los peruanos prefieran consumir productos locales y estacionales, pues difícilmente hablaríamos de políticas públicas.
Tal como señala Álvaro Díaz, “Perú exporta y está integrado al mundo hoy precisamente porque es posible enviar nuestros productos a destinos lejanos en donde compran aunque no sea el fruto ‘de estación’ en el lugar. Sugerir consumir solo ‘local y de estación a partir de políticas públicas’ es justamente apoyar el proteccionismo”.
El libre comercio ha ayudado a reducir la pobreza en el mundo, y el gran reto hoy, que Trump es presidente, no solo es defender el libre comercio, sino también la libre movilidad de las personas para trabajar, de manera que el paradigma bajo el cual se mueva la economía sea el de la competitividad.
Haría bien Gastón en precisar sus declaraciones.
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