En respuesta a la Parte 1, Gastón tuvo la gentileza de contactarme para aclarar que, a través de ‘Yuntémonos’, él no estaba promoviendo subsidios, aranceles, prohibiciones ni regulaciones. En cuanto a lo comercial, su propósito es equilibrar la información para la libre elección, con lo cual estoy de acuerdo.
Como explica Gastón, hoy solo la gran industria tiene presupuesto para publicitar sus productos, lo cual inclina los hábitos de consumo hacia estos productos, y resta oportunidades a productos locales naturales (pescados, carnes, frutas) y procesados (embutidos, aderezos, enlatados). Tras haber convertido a la cocina peruana en emblema y embajadora de la peruanidad, él cree que es momento de mirarnos ‘el ombligo’ para promover una agenda interna que dé sostenibilidad a nuestra gastronomía; a partir de objetivos de salud (desnutrición, alimentación más saludable), medio ambiente (sostenibilidad de especies) y prosperidad (promoción de productos locales naturales y procesados).
En cuanto al tipo de alimentos a promocionar, lo interesante de esta visión es que evita sesgos innecesarios contra lo procesado, y pone el foco en lo local, como vehículo de movilidad social, lo cual se aparta de la ‘receta’ impulsada por Naciones Unidas desde 2012, según la cual para abordar el componente nutrición hay que promover alimentos frescos (no procesados), a la vez que se establecen impuestos, regulaciones y prohibiciones a los alimentos ricos en grasas saturadas, sal y azúcar (que, consumidos con moderación, pueden ser parte de una dieta saludable).
Veamos esta iniciativa como una plataforma abierta para sumar esfuerzos en pro de objetivos comunes: lucha contra la desnutrición, sostenibilidad de especies, promoción de productos locales. Estoy seguro de que incluso la gran industria estará interesada en apoyar estos objetivos. Yuntémonos.
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