22.NOV Viernes, 2024
Lima
Última actualización 08:39 pm
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Opinión

Aldo Mariátegui,Ensayos impopulares
El equipo de Villarán debe de estar muy desesperado y debe de tener muy buenos fondos para haber logrado traer al experto Luis Favre a Lima –que estaba abocado a asesorar a sus caros clientes en Brasil para las inminentes elecciones que se van a dar allí– y así tratar de salvar, por lo menos, el segundo puesto en los comicios ediles limeños. Favre definitivamente es muy hábil y ha sabido conocer –y manipular– a los peruanos como el flautista de Hamelin a los niños de ese pueblito alemán, pero verdaderamente sería un mago si lograse que Villarán remonte 40 puntos y gane este 5 de octubre, así que me imagino que la maniobra es para evitar que Heresi escolte a Castañeda y es muy probable que en los próximos días veamos una serie de ataques feroces contra este y la aparición de algún tipo de estrategia para neutralizar al ex alcalde de San Miguel.

Lo interesante sería saber quién y cuánto le está pagando ahora a Favre (¿y Sunat le cobra impuesto a la renta?), que exige mucho más de los por lo menos US$250 mil que está –o estaba– recibiendo el español Xavier Domínguez, ese asesor publicitario que Toledo recomendó a su aliada por Anel Townsend. ¿Los mecenas son los constructores brasileños o Siomi Lerner? Y por supuesto que Favre, al que hemos pillado otra vez en su hotel favorito, Miraflores Park Plaza, y ha tenido que reconocer su presencia aquí por Twitter, ha salido a negar que haya venido a asesorar a Villarán… ¿Nos aducirá que vino por alguna novia? ¿Por la gastronomía? ¿Turismo? ¿O Gastón Acurio es quien le ha traído a Lima para comenzar su anunciada y políticamente sospechosa “gira culinaria” por el país del 2015?


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