EL CAIRO (Agencias).– La violencia seguía imponiéndose en Egipto mientras el presidente interino, Adli Mansur, seguía sin poder conformar un gobierno interino que ponga fin a la crisis en ese país.
En tanto, los violentos enfrentamientos dejaron al menos 51 muertos y 435 heridos solo en El Cairo. Los manifestantes islamistas molestos por el derrocamiento militar del presidente Mohamed Mursi dijeron haber sido baleados por el Ejército en las afuera del cuartel donde permanece el mandatario depuesto.
La mayor autoridad del islam sunita del país, el imán de Al Azhar, el jeque Al Tayeb, quien apoyó el golpe militar contra Mursi, anunció por su parte que se retiraba hasta que no finalizaran los episodios violentos.
En tanto, la Casa Blanca evitó calificar como golpe de Estado el derrocamiento del presidente de Egipto y dijo que Estados Unidos no tiene intención de cortar el programa de ayuda a ese país africano.
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