Comparto la desazón

Carlos Basombrío,Opina.21
Hay respuestas que remecen. A una pregunta de Datum, el 49% de los limeños responde que Castañeda robará en el cargo, pero hará obras. Es decir, casi todos sus electores piensan que es un ladrón. ¿Cómo explicar algo tan abrumador?

Algunos de los que así declaran son cínicos y harían lo mismo en una situación equivalente. Pero la gran mayoría, quiero creer, son los resignados; es decir, los que han visto tantas cosas que descartan que haya una forma diferente de actuar, por lo que al menos esperan que no se roben todo.

En el caso particular de Castañeda, la respuesta daría cuenta de que la gente es consciente de cuán alto llegan las responsabilidades de Comunicore. Responder de ese modo es también una forma de expresar rechazo a una gestión que se reivindica honesta, pero que ha sido bastante ineficiente y que se empieza a parecer a la de los políticos que combate (no se honró la palabra empeñada de no postular, lo hacen con un ‘vientre de alquiler’ y tienen como principal aliado a Toledo (¿Comunicore y Ecoteva son tan diferentes?).

La gente ha visto mucho y ya no cree en nada, ni en nadie.

No es poca cosa tener a un presidente preso y a los dos siguientes enfrentando casos muy complicados. ¿Qué decir del Congreso? Solo lo más reciente: Benítez (Solidaridad Nacional) es vinculado a los dos escándalos más graves de corrupción del año; León (Perú Posible), sospechoso de vínculos con el narcotráfico; Grández (Fuerza Popular), acusado por prostitución infantil; Isla (Partido Nacionalista), acusado de llevar a su amante a sus viajes (hay fotos elocuentes), con gastos pagados por nosotros.

Agreguemos que el fujimorista Gagó acaba de ser exculpado de hacer negocios ilícitos con el Estado (“lo han limpiado”, dicen en las calles), por un fiscal de la Nación, que, a su vez, está cuestionado por su participación en temas muy feos. Y no olvidemos a los ‘fugados’ (Belaunde Lossio, Benedicto Jiménez, etc.) que, muy convenientemente, la Policía no encuentra.