Igual que tú me parece una frase potente. No solo para enfatizar la urgencia de lograr que la comunidad LGTB+ cuente con los mismos derechos que la comunidad heterosexual, sino para casi todos los casos de absurda, costosa e intolerable discriminación que vemos cada día en la política, la televisión, lo cotidiano, en todo. Urgen menos estereotipos, menos violencia y más derechos.
Es un camino largo y complejo. Igual que tú implica mirar al otro con respeto. Entender al otro. Valorar la diversidad y asumirla. Igual que tú debería ser el lema de todas nuestras diarias campañas a favor de la equidad de género, de la lucha contra todo tipo de discriminación y contra el abuso de unos sobre otros.
Las mujeres estamos en esto hace décadas. Igual que tú refleja la urgencia de construir una sociedad más justa, inclusiva y feliz. No queremos privilegios, no queremos trato especial. Las mujeres queremos ser tratadas igual que el otro 50% de la población, el que nació hombre. ¿Quiere decir que queremos ser como los hombres? Claro que no. Quiere decir que queremos los mismos derechos y las mismas obligaciones, ni más ni menos. Equidad y respeto. Nada más. Más equidad que traiga menos violencia. Derechos efectivos para lograr una sociedad que nos deje dar lo mejor de nosotros.
La comunidad LGTB+ quiere lo mismo. Equidad y respeto. Nada más. Esta comunidad quiere terminar con el odio. Se trata de ser quienes quieren ser, sin que los agredan o limiten por a quién quieren, por ser quienes son. Yo los respeto, los acompaño y me sumo a su causa.
Asegurar que todos somos ciudadanos y que por ello tenemos los mismos derechos es un imperativo.
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