Se publicaron hace poco los resultados de la evaluación de impacto de Pensión 65. Los resultados son alentadores y positivos. El programa logra impactos positivos y mejora significativamente la vida de sus usuarios.
La evaluación realizada por Innovations for Poverty Action (IPA), una de las entidades de mayor prestigio en evaluaciones de impacto, encuentra que los adultos mayores que reciben Pensión 65 muestran un consumo 40% mayor que sus pares que no reciben la transferencia. Muestra que los usuarios reducen sus horas de trabajo a causa de la transferencia (siguen trabajando, pero menos horas) y que su salud mental y emocional mejora significativamente. Es decir, están mejor que antes y mejor que si no recibieran la transferencia. Buenas noticias, logros correctos.
En el caso de salud física, no se encuentra ningún cambio atribuible al programa. Es decir, los que reciben la transferencia tienen en promedio la misma salud que sus pares que no reciben el programa. Si bien se registra, según los datos administrativos, un incremento sostenido de visitas a centros de salud de parte de los usuarios del programa (todos tienen SIS), lo crítico sigue siendo que en muchos centros de salud no se cuenta con el personal, instrumental ni protocolos para atender las dolencias de estos pacientes: diabetes, hipertensión, cataratas, etc.
La evaluación muestra que Pensión 65 sirve. Estos primeros impactos han de incrementarse con la constancia del programa y con las mejoras o complementos que se le van sumando (como Saberes Productivos). Buen trabajo del equipo de Pensión 65. Bien por el Perú, que, como país, se preocupa de manera efectiva por sus adultos mayores más vulnerables. Esta es una forma de reconocimiento, que hacemos todos los peruanos, a una vida de esfuerzo y trabajo de los adultos mayores.
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