Hace un año, más de 30 entidades financieras y emisoras de dinero electrónico lanzaron Bim. Una billetera electrónica que opera en cualquier teléfono: básico, prepago con o sin saldo; una forma rápida y segura de enviar y recibir dinero, de hacer pagos y recibir servicios.
Este primer año, Bim pudo aprender y conocer las necesidades de sus clientes actuales y potenciales, y desarrollar nuevos productos y servicios. No ha sido un año fácil; hay poca información, desconocimiento y un natural miedo a un nuevo sistema para transar con dinero. Hoy somos más de 300 mil peruanos los que tenemos nuestra Bim, y pronto seremos millones. Para ello, Bim tiene que generar nuevas alianzas.
Hemos visto avances. Hoy se puede pagar, por ejemplo, el RUS desde Bim. Sin movernos de nuestro trabajo, hacer colas y con total seguridad, podemos estar al día con el pago de este impuesto. La Sunat y el Banco de la Nación han sido claves. Pero los aliados más importantes de Bim son los bodegueros, las farmacias y los puestos de mercado que ya la usan. Ellos son los motores que permiten activar a Bim.
No obstante, no se trata solo de ofrecer un servicio de calidad, es necesario asociarse con entidades públicas y privadas y con miles de pequeños comercios.
El reto de Bim es sacar adelante estas alianzas, donde todos sumamos y todos ganamos, donde logramos seguridad, crecimiento e inclusión.
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