Una de las principales debilidades competitivas del Perú es su bajísima capacidad de innovar. Para solucionar esto, desde el 2004 las universidades públicas reciben el 5% del canon asignado a las regiones, monto que, según la ley, debe ser usado únicamente para investigación científica que potencie el desarrollo regional. Sin embargo, las universidades públicas carecen de capacidad para invertir estos enormes ingresos (el saldo sin ejecutar del 2013 ascendía a más de S/.500 millones, equivalente a 1.3 veces el presupuesto de Cuna Más) y, cuando los usan, no siempre lo hacen bien. La Universidad San Antonio Abad del Cusco, por ejemplo, invirtió S/.49 mil de estos ingresos en su programa de mejoramiento de veredas. De hecho, del total de los recursos disponibles a nivel nacional, menos del 5% es correctamente utilizado. Urge repensar la manera de usar estos recursos.
@dmacera
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