Abraham Levy,Opina.21
alevy@ambiand.com
Los negacionistas del cambio climático se resisten a creer en él, argumentando que mediciones hechas en 100 o más años no son suficientes para caracterizar el clima de la Tierra que tiene millones de años.
Los afirmacionistas por su parte cimientan su criterio en el comprobado incremento de gases de efecto invernadero GEI que acompaña el reciente calentamiento global.
La comprobación del incremento de GEI se fundamenta en estudios de pequeñas muestras de aire atrapado durante más de 450,000 años en capas profundas de la Antártida. El calentamiento se fundamenta en mediciones de datos de muchos lugares en el mundo.
En el caso del Perú, si uno revisa los datos de temperatura que vienen de nuestros aeropuertos desde la década del 40 o 50 (y asumiendo que los datos son calibrados, algo que hoy no sucede en Trujillo, por ejemplo. Ojo CORPAC), Lima, Arequipa, Piura, Chiclayo se han calentado bastante más que Iquitos, Pucallpa o Ayacucho.
Es el conocido efecto de las “islas de calor” que producen las expansiones de infraestructura en las ciudades alrededor de las estaciones meteorológicas.
Los afirmacionistas dicen: con o sin islas, hay calentamiento. Los negacionistas dicen eso no es calentamiento sino variabilidad.
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