Tragedia. El avión de carga Antonov que desapareció el lunes –cuando viajaba al campamento gasífero de Camisea, en el Cusco– fue ubicado ayer destrozado y con sus cuatro tripulantes muertos en un descampado de la zona denominada Huicue, en el distrito de Tomas, en Yauyos.
Raúl Crispín, guardaparque de la reserva natural Nor Yauyos Cochas, fue quien dio la voz de alerta. Según indicó, un poblador de la localidad de Tomas, identificado como Óscar Rubén Dionisio Cairo, informó sobre el avistamiento de unos restos incendiados cuya descripción coincidía con las características de la aeronave.
“Se presume que el avión, de la empresa Amazon Sky, se habría estrellado primero contra la parte rocosa del cerro Huicue y que luego habría explotado, lo que causó un incendio”, manifestó.
El comisario de Yauyos, Álex Escalante, explicó que las brigadas de la Policía Nacional y del Ministerio Público, apoyadas por los pobladores locales, llegaron al lugar del accidente tras más de dos horas y media de travesía en moto y a pie. En el lugar encontraron los restos de la aeronave, que estaban esparcidos en un radio de un kilómetro. Además, los cuerpos de los tripulantes estaban mutilados (uno de ellos decapitado) y con quemaduras.
“El impacto ha sido brutal. La nave ha colisionado de manera abrupta en una zona de pendiente y con un ángulo complejo de 70°. La imagen fue impactante. El primer cuerpo fue hallado en la zona rocosa, y los otros tres, en la parte plana”, detalló.
Escalante dijo que, debido a que los cadáveres estaban seccionados e irreconocibles, fueron trasladados a la Morgue de Cañete para ser sometidos a análisis de ADN.
En tanto, el alcalde del distrito de Tomas, Élmer Bonilla, indicó que las persistentes lluvias que en esta temporada afectan la zona podrían haber sido la causa de la tragedia.
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