Aldo Mariátegui,Ensayos impopulares. -A ver si esos relativamente privilegiados pulpines clasemedieros de la PUCP y de otros lados van a volver a marchar contra cualquier norma que busque impulsar el empleo juvenil después de la tragedia ocurrida con esos dos chicos en el incendio reciente. Estos marchistas “progres” no entienden que el desempleo juvenil ha llegado a tales extremos que existen chicos pobres (de verdad, no ellos) que tienen que aceptar “empleos” clandestinos por menos de S/500 mensuales (muy lejos del mínimo de S/850), a doce horas diarias y encima encerrados. ¡Cualquiera de esos dos chicos fallecidos hubiera estado feliz de ser incluido en la llamada ‘Ley Pulpín’ o en este proyecto oficialista de subsidiar el seguro social para que contraten jóvenes! Solamente la tóxica estupidez de la izquierda les hace insistir en esquemas inviables y evitar necesarios regímenes diferenciados (dizque “discriminatorios”): muy pocas empresas contratan jóvenes porque sencillamente el empleo formal es muy caro en el Perú y nadie va a gastar su plata en mano de obra inexperta. Entiendo que estos relativamente acomodados marchistas y los demagogos rojos prefieran el “desempleo con dignidad”, pero para víctimas como Jorge Huamán y Jovi Herrera eso era un lujo que no se podían permitir, al menos que los rojos les hubieran preferido ver robando para que puedan llevar un pan a su casa.
-Desde el 15 de junio que el Ministerio de Transportes se ha vuelto inusitadamente generoso con el humalista Diario 1, al que incluso le ha llegado a poner dos avisos grandes por día. Son nueve avisos en diez días, colocados con dinero público en un medio marginal en impacto publicitario e informativo, pero que curiosamente le dedica diariamente portadas implacables a Keiko. ¿La paranoia naranja es verdad?
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