¡Lévano, despreocúpese! EE.UU. no le va a imponer un bloqueo petrolero a Venezuela porque: A) Salvo México, Latinoamérica les importa un pito. Ni siquiera Cuba o la cocaína. B) Trump ni ha nombrado al subsecretario de Estado para Asuntos Hemisféricos. Y el secretario de Estado Rex Tillerson proviene de Exxon/Mobil y no deseará perturbar el mercado petrolero por un pintoresco dictador bananero, moreno y de mostachos, que le es insignificante. C) El petróleo ya no es tan estratégico para EE.UU., que ha vuelto a ser una potencia petrolera gracias al ‘fracking’ y que tiene al lado a Canadá y a México como reservas. D) El embargo a Cuba les hace dudar de que esas medidas funcionen. E) No existe un poderoso lobby venezolano en D.C., ni Venezuela tiene un arriesgado magnate politizado con llegada al presidente yanqui como el recientemente difunto Agustín Edwards, que convenció a Nixon para bajarse a Allende. F) Goldman Sachs y muchos bancos de inversión gringos son tenedores de bonos venezolanos, que les reditúan increíbles tasas de entre 10% y 16% anual a un precio de compra al 40%. Si el Tío Sam deja de adquirir petróleo a Maduro, este dejará de ser el más cumplido pagador de estos bonos y al final Wall Street es quien manda allá (encima Trump es un millonario neoyorquino como ellos).
Yo sí creo que un embargo de petróleo yanqui sería el tiro de gracia a Maduro, porque hoy en día ya no existe un padrino que les banque, como la URSS con Cuba: no veo a China manteniendo a un país de 31 millones solo por incordiar a EE.UU., ni Venezuela es un cuchillo geográfico apuntando al vientre continental yanqui. ¡Y coincide conmigo Joaquín Villalobos, ex líder de la guerrilla salvadoreña Farabundo Martí! (Ver https://elpais.com/internacional/2017/08/06/america/1502049206_134070.html).
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