Si algo necesita urgentemente la política peruana (especialmente el fujimorismo), son personajes como Ramiro Prialé, el gran negociador político de APRA. Todos los que regateaban con Prialé sabían que este era un plenipotenciario de Haya y que no estaban perdiendo el tiempo. Incluso, este enriqueció el léxico político peruano con la frase “conversar no es pactar”.
Prialé no solo fue vital en la creación del Frente Democrático en 1945 (bajo el trujillano alias “Alfredo Ganoza”), sino que fue el arquitecto de “la Convivencia”, esa increíble alianza entre Haya y su otrora perseguidor Prado para que el segundo llegue al poder, legalice al APRA e instaure una democracia donde se olvidase el pasado y todos los viejos enemigos trabajen por el país. Eso no fue poca cosa y es una gran injusticia de la izquierda criticar siempre a ese breve periodo de paz política 1956-62, donde los leones se volvieron herbívoros. También se le cuestiona por haber forjado la alianza parlamentaria APRA-UNO durante el primer belaundismo, pero vaya que FBT se compró todos los boletos para la bronca desconociendo los resultados de 1962 y apoyando el golpe militar de ese año que le cerró las puertas de Palacio al triunfador Haya, además que se negó a tratar tanto con el APRA, como con Odría, que le ofreció su bancada a cambio de ser nombrado mariscal –por su destacada actuación en la guerra del 41 con Ecuador– y embajador en España. Si Keiko no quiere negociar directamente, pues que nombre a su Prialé: el país necesita otra “Convivencia”.
- Ayer estuvo circulando una pérfida filmación, en donde afirmaban que mi compañera de trabajo radial instaba por señas a PPK para que no me responda una pregunta. ¡Ella estaba haciendo unas coordinaciones con la cabina! Cómo son…
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