La inexplicable obsesión de “PPKuntur” (se ha ganado a pulso ese malévolo apodo) por Chinchero les ha significado perder a dos –Vizcarra y Thorne– de los “Cuatro Fantásticos” –los otros son Luna y Zavala– que él consideraba los puntales de todo su mandato.
Y PPK seguirá perdiendo políticamente si Thorne no dimite antes de la censura (es hasta cruel hacerle sufrir esa tortura), porque este ya es pretérito perfecto. Esa terquedad solo le va a significar más días de crispación al país, encima con el MEF, la cartera de más impacto (PPK, no juegues con ese fuego, que la recesión acecha..).
Porque es peregrino decir que “es mejor que el Congreso le censure para que el Legislativo se desprestigie ante los ojos de la ciudadanía”: esa dialéctica “Ejecutivo víctima-Congreso abusivo” solo funciona para el establishment (que es A/B), no para el gran e indiferente electorado. Incluso es hasta riesgoso: al oficialismo no le conviene que se siga removiendo que PPK le encargó a Thorne hablarle así al contralor.
En cambio, sí sería universalmente contraproducente, como quieren los áulicos termocéfalos, plantear una “cuestión de confianza” por un ministro con una conversación tan complicada (aunque es inocente, si se escucha todo el audio), además de que al parecer esta solo se plantea por políticas de Estado y no por personas.
Ya es hora de acabar con todo este cambalache con el indulto a Fujimori y con un “gabinete conversado”, como aquel que acordó el primer belaundismo con la oposición APRA-UNO, que generó al gabinete Hercelles: la oposición no nombra ministros, pero sí les visa. Y así se gana la paz.
Sugerencias: Olaechea a PCM. Zavala al MEF. Caviarones fuera. El fuego es solo para encender la pipa de la paz, no la pradera. Realpolitik, señores.
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