Esta parcial renovación ministerial nos confirma definitivamente que PPK es un absoluto negado para la política. Tanto así que incluso ya estoy comenzando a dudar de su inteligencia… Fiorella Molinelli había quedado con mucho roche tras firmar ella la controversial adenda de Chinchero, por lo que hacerla ministra a tan poco tiempo de la génesis de un problema que aún no se resuelve y que ya ha costado la cabeza de dos ministros (Vizcarra y Thorne) es de una torpeza colosal. Tampoco es sabia la idea de remover del Congreso a Choquehuanca, pues precisamente lo que más necesita es votos y operadores en el Legislativo; yerro suficiente ya había sido sacar de allí a Olaechea (que solo justificaba su traslado si iba de bombero al premierato). La bancada oficialista tiene así tres bajas congresales (Vieira, Choquehuanca y Olaechea) y se queda con 14 miembros. A contramano, la salida de la caviarona y decepcionante Pérez Tello de Justicia era un clamor y es baladí esa excusa de que cambiarla ahora era darle la razón a las procuradoras, además de que su permanencia es un desplante a los intentos de Kenji de tender puentes a cambio del indulto. Si ya los keikistas veían a PPK con poca simpatía, ahora el albertismo le pondrá la cruz. Tampoco lo más feliz es mantener a Zavala en dos carteras tan demandantes. Debió quedarse solo en el MEF en todo caso.
-Mi más enérgica protesta contra la fiscal Rosmery Janet Villavicencio Heredia (verla en https://www.youtube.com/watch?v=wz02cShhrXw), quien ha dispuesto no abrir acusación contra ese equipo de la DINI que en 2015 espió durante el humalismo a este servidor y su familia, además de otros colegas y políticos. La impunidad sonríe, como en el 99.9% de los casos en el Perú.
-¡Feliz 28 para todos!
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