-La otrora revocada regidora villaranista Marisa Glave ni siquiera ha leído esa reciente investigación que refuta muchas de las falacias de la izquierda sobre las mal llamadas “esterilizaciones forzadas”, pero la tilda inmediatamente de “panfleto” en Twitter, sin más argumentos ni rigor. Eso confirma, una vez más, que el Perú sería una Venezuela chavista si estos fascistas encubiertos de nuestra izquierda alguna vez llegan al poder. Si algo no les gusta, lo descalifican –tipo la Glave– sin refutarlo intelectualmente. O si no se van a la histeria de los chillidos, las marchitas, las redes sociales y demás disfuerzos infantiles y violentos.
-En el TC existe una mayoría humalista, compuestos por magistrados nombrados durante ese gobierno. Así que no se asombren que obedezcan los pedidos de los mendocistas e intenten tirarse abajo la ley del transfuguismo. Como el Legislativo es absolutamente soberano y autónomo en sus decisiones internas, no tendría que hacerles casos, como bien anota Mulder. Ya la vez pasada también el PJ se quiso inmiscuir en el caso JDC. Cada uno en su sitio.
-Esos casi cinco mil maestros que han firmado a favor del Movadef deben ser inmediatamente despedidos. Los peruanos no pagamos impuestos para que senderistoides enfermos les estén dando clases de odio a nuestros niños. A este paso solo va a faltar que pongan pedófilos de profesores. Que les contraten en el sector privado, pero no pagarles con nuestros tributos.
-La coleguita roja Jacqueline Fowks pegó un patinazo sideral en El País con Yanacocha y Acuña (ver http://www.posicion.pe/2016/09/diario-el-pais-se-retracta-por-articulo-de-maxima-acuna/) y ahora nos viene a pontificar sobre periodismo en un libro sobre la “posverdad”. ¿Mencionará allí su caso?. ¡Jua, jua, jua!
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