25.ABR Jueves, 2024
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Última actualización 08:39 pm
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Opinión

Algunas trayectorias ideológicas son bastante curiosas en el Perú… Observo el demagógico activismo rojimio del dramaturgo Eduardo Adrianzén como con estas recientes huachafadas desmesuradas sobre una boba publicidad de niñas rubias con muñecas, y me acuerdo cuando este talentoso hombre de teatro tan ‘progre’ trabajaba en el ultrafujimorista Cable Canal de Noticias (CCN), un canal de TV por cable que era el ariete televisivo del régimen del ‘Chino’, un medio que públicamente pertenecía al oficialista Eduardo Calmell, una emisora que recibía plata del SIN y que fue finalmente comprada por Montesinos y el Ejército por US$2 millones, según consta en el ‘vladivideo’ de la maleta 14. CCN era abiertamente un medio fujimorista, pero, en aquel entonces, al parecer Adrianzén consideraba que “chamba es chamba”, por lo que no se hacía paltas y se quedó bien contentito allí hasta el día final que cerraron ese canal por el escándalo, o tendría su corazoncito naranja por aquel entonces y ahora se ha transformado en un ‘fuji-rojo’ (no ‘fuji-caviar’, como RMP); vaya uno a saber. Pero no sé qué es peor para hacer alharaca en las redes: ser ahora un antifujimorista acérrimo, a pesar de haber chambeado en el canal de ese régimen en un programa nocturno, o montar una desubicada, pero inocua y privada propaganda con niñas rubias (como le conozco, me imagino que desviará esta remembranza diciendo que defiendo a las rubias y soy un DBA racista en lugar de ir al fondo del asunto –en el mismo estilo de RMP– y explicar por qué en aquel entonces no le molestaba nada trabajar para un medio abiertamente fujimorista y ahora raja tanto de estos… ¡Jua,jua,jua!).


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