Diego tiene 14 años y quiere ir a una fiesta. Una de sus amigas del colegio cumple quince años y ofrecerá una celebración a todo dar. Sin embargo, hay un obstáculo: la mamá de Diego no le dará permiso. “No quiero que se junte con malas influencias”, explica ella.
Diego tiene catorce años y quiere ir a una fiesta. Una de sus amigas del colegio cumple quince años y ofrecerá una celebración a todo dar. Sin embargo, hay un obstáculo: la mamá de Diego no le dará permiso. “No quiero que se junte con malas influencias”, explica ella.
Lucía de Althaus,Opina.21 www.parentalidad.pe
Lucía de Althaus, Opina.21 parentalidad.pe
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¿Es cierto que te reuniste con los productores de ¡Esto es guerra!? ¿Es factible que participes en el reality juvenil de América TV? “Sí, me reuní con los productores, pero lo único que me une a ¡Esto es guerra! es que mi hijo Guty participa allí. No es para participar, solo es algo relacionado con el programa. Yo creo que no encajaría allí por el corte de este programa juvenil”.
¿Es cierto que te reuniste con los productores de ¡Esto es guerra!? ¿Es factible que participes en el reality juvenil de América TV? “Sí, me reuní con los productores, pero lo único que me une a ¡Esto es guerra! es que mi hijo Guty participa allí. No es para participar, solo es algo relacionado con el programa. Yo creo que no encajaría allí por el corte de este programa juvenil”.
Lucía de Althaus,Opina.21 Una mamá sobreprotectora y muy perfeccionista se queja frente a su marido porque este está más ocupado en otras cosas que en su hijo. El padre se defiende diciendo “pero si siempre te busca a ti, ¡qué voy a hacer!”. En esta escena, la madre acapara todo y el padre tira la toalla. Este es el típico escenario del perro del hortelano, en donde la mamá gallina acapara y controla a la perfección todas las tareas, rutinas y necesidades de la casa; luego le reclama al padre porque no aporta en esta dinámica y, cuando él lo hace, critica la manera como lo hace. Y del otro lado está el padre, que se hace el loco cuando hay que cambiar pañales o calmar al bebé, recurriendo a la cómoda salida de “yo no tengo teta”. Pero que, cuando le reclaman su poca presencia, se escuda en que los hijos solo buscan a la madre.
Fernando Maestre,Opina.21 fmaestre@peru21.com
Preocupados por la integridad de sus pequeños, es común que los padres tomen medidas de protección que cruzan el límite de lo adecuado. La delincuencia, el bullying y el contenido ofensivo en Internet son solo algunos de los dolores de cabeza para muchos adultos con hijos.
Preocupados por la integridad de sus pequeños, es común que los padres tomen medidas de protección que cruzan el límite de lo adecuado. La delincuencia, el bullying y el contenido ofensivo en Internet son solo algunos de los dolores de cabeza para muchos adultos con hijos. Sin embargo, esto también podría resultar dañino a nivel emocional. Es decir, protegerlos en exceso puede librarlos de peligros reales del mundo externo, pero a costa del correcto desarrollo de su interior.