El presidente de Uruguay, José Mujica, está de acuerdo con que la ley de despenalización del aborto, promulgada el pasado martes 23, sea sometida a consideración de la población.
De acuerdo con informaciones publicadas hoy en la prensa uruguaya, Mujica dijo ayer en Punta del Este que “es un tema que debería resolver el voto de la gente” lo cual refuerza el argumento de organizaciones sociales y políticas que impulsan una consulta popular.
El opositor Partido Nacional (PN) lanzó una campaña de recolección de firmas para poner en práctica ese mecanismo constitucional e intentar la derogación de la ley que está en su etapa de reglamentación.
La normativa despenaliza el aborto, pero las mujeres que deseen interrumpir el embarazo, por cualquier causa, deberán cumplir una serie de trámites, como por ejemplo, someterse a un equipo multidisciplinario de médicos y asistentes sociales, que la asesorará y efectuará las recomendaciones que estime pertinentes.
La mujer dispondrá de cinco días de reflexión para tomar una decisión definitiva. Podrá enfrentarse incluso a objeciones de conciencia de los médicos o de la institución de asistencia médica, como es el caso del Círculo Católico, ligado a la Iglesia, que ya anunció que no practicará ningún aborto.
En ese caso la ley obliga a las instituciones a derivar los casos hacia otro servicio del sistema nacional integrado de salud.
La instalación y el adecuado funcionamiento de estos equipos son cuestionados por algunos sectores con el argumento de las dificultades que se presentan principalmente en el interior del país.
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