El Presidente de Rusia, Vladimir Putin, retiró su firma del Estatuto de Roma, el tratado que creó la Corte Penal Internacional (CPI), porque considera que no es un tribunal “verdaderamente independiente”, anunció este miércoles el ministro ruso de Relaciones Exteriores en un comunicado.
“El tribunal nunca cumplió con las grandes expectativas que generó y no se convirtió en verdaderamente independiente (…) En estas condiciones no se puede hablar de confianza con el CPI” —dijo el ministerio, que calificó su trabajo de “parcial e ineficiente“— por lo que el presidente Vladimir Putin decidió “retirar la firma de este documento”.
Rusia firmó en el año 2000 el tratado que creó esta jurisdicción penal, encargada de juzgar a personas acusadas de crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad. Pero nunca llegó a ratificarlo.
Además, Moscú está especialmente irritado por la decisión de la CPI de investigar crímenes de guerra cometidos durante el conflicto de 2008 entre Rusia y Georgia. Rusia cree que el tribunal no tiene en cuenta las agresiones contra los civiles de Osetia del Sur, una región separatista prorrusa.
Putin firmó este miércoles el decreto que ordena al gobierno comunicar la decisión al secretario general de la ONU.
“Hemos retirado la firma por lo que todas las obligaciones asociadas a ella quedan levantadas. Ya no tenemos ninguna obligación”, añadió la portavoz de Exteriores rusa, Maria Zajarova.
En un informe publicado el lunes, la fiscalía de la CPI indicó que existe información para considerar que la situación en Crimea “equivale a un conflicto armado internacional entre Ucrania y la Federación Rusa”.
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