La marroquí Karima El Mahroug, más conocida como “Ruby Corazones” dijo hoy durante su comparecencia en el juicio contra el exprimer ministro italiano Silvio Berlusconi que tenía 19 años cuando participó en las fiestas en su lujosa mansión y que nunca vio nada sospechoso durante esos eventos.
El Mahroug, que declaró ante el tribunal de Milán en un proceso secundario contra Berlusconi, de 76 años, en el que están imputados tres hombres cercanos al exprimer ministro acusados de proporcionar mujeres para esas fiestas, reiteró que no tuvo sexo con Berlusconi cuando era menor de edad, como le acusa la fiscalía.
Reconoció haber estado hasta siete noches en su Villa Arcore, cerca de Milán, y también haber pasado la noche allí, pero solo eso.
La joven de actualmente de 20 años reconoció* haber participado en las fiestas conocidas como “bunga-bunga”* y dijo que las jóvenes al bailar se acercaban al exprimer ministro de forma insinuante, pero aseguró que nunca vio “contacto físico” entre ellos.
También relató ante la juez Annamaria Gatto detalles sobre las fiestas, contando que las mujeres se disfrazaban del presidente estadounidense, Barack Obama, de enfermeras sexy o de la fiscal general Ilda Boccassini después de la cena.
Entonces se movían en torno a una barra de baile y se acercaban en posturas insinuantes a Berlusconi.
La joven está en el centro de uno de los procesos que afronta Berlusconi, en el que se le acusa de tener relaciones sexuales con prostitutas menores de edad y de abuso de poder.
La Fiscalía pide seis años de cárcel, mientras la defensa solicita la absolución. La sentencia se conocerá a finales de junio.
“Ruby” y Berlusconi negaron haber tenido sexo, pero después de la primera noche en Villa Arcone el 14 de febrero de 2010, Berlusconi ya le dio un sobre con entre 2.000 y 3.000 euros, dijo la mujer entonces menor de edad, que recibió uno similar en cada una de sus visitas.
También dijo que ella se vistió de bailarina brasileño-egipcia y se presentó como familiar del entonces presidente egipcio Hosni Mubarak, en lo que pareció una forma de defender a Berlusconi.
El exprimer ministro está acusado también de abuso de poder al impedir el encarcelamiento de “Ruby” con una llamada de teléfono alegando que se trataba de una sobrina de Mubarak y que intervenía para evitar una crisis diplomática.
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